El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ha decidido en un auto dentro del caso de las ‘Tarjetas Black’ de Caja Madrid archivar la acusación contra 12 exdirectivos de esta entidad ya que considera que eran empleados por cuenta ajena por lo que no puede atribuírseles un delito de administración desleal como a los exmiembros del Consejo de Administración y del Comité de Control de la entidad, que aprobaron la concesión de las tarjetas opacas al fisco y por las cuales se gastaron 15,5 millones de euros entre 1999 y 2012.

Entre estas personas desimputadas se encuentra el exjefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno que cargó 223.900 euros a su 'visa black' en spas urbanos, compras en Ikea, farmacias, tiendas de electrodomésticos, joyerías y sastrerías de lujo, entre otros. También se ha retirado la acusación contra Matías Amat, número dos en los años de Miguel Blesa al frente de Caja Madrid, y que gastó con su tarjeta 429.000 euros y mostró en su declaración judicial su deseo de recuperarlos tras haberlos consignado a Bankia y al juzgado.

Para tomar esta decisión, el juez ha considerado que los imputados han podido demostrar que lo gastado con sus 'tarjetas black' era un complemento retributivo y de libre disposición para el usuario. Pero el auto apunta también que, "aun no siendo relevante desde un punto de vista penal", la conducta de los doce exdirectivos si les permitió "obtener un beneficio económico procedente de la comisión de un delito", lo que les obligaría a "la restitución de lo percibido". Entre los doce gastaron un total de 3,4 millones de euros en gastos personales.