La candidata del PP a la alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció ayer a bombo y platillo el fichaje de cara a las elecciones de Daniel Lacalle, economista que ejerce de liberal. A pesar de que todavía atravesamos una crisis iniciada por el colapso financiero de las principales economías del mundo, con macro-salvamentos a base de dinero público, Lacalle es un defensor de la desregulación y de la eficacia de los mercados. Resulta lógico porque Lacalle es un gestor de fondos y no va a tirar piedras contra su propio tejado.

 

Lacalle no quiere hablar de ello
Pero una vez lanzado el anuncio ha sido el propio Lacalle el encargado de poner en cuarentena el fichaje. En un acto de la gestora de la que es vicepresidente, Pimco, Lacalle ha ratificado su "compromiso" con sus clientes. Según informa Bolsamanía, fuentes cercanas a la gestora aseguran que la intención de su empleado es "seguir haciendo su trabajo al más alto nivel" y para eso "no se pueden hacer dos cosas a la vez". Y preguntado directamente al respecto varias veces en Intereconomía, Lacalle se ha negado a confirmar o desmentir el fichaje: "Habrá tiempo de comentar las cosas, ahora ningún comentario".

Un lamento llamativo...
Una de las voces que ha lamentado públicamente el parón en el desembarco de Lacalle en el PP de Madrid ha sido el candidato socialista en el Ayuntamiento, Antonio Miguel Carmona, y es que está aludiendo a alguien llamado a reforzar la candidatura de su rival.

 

... aunque quizá no tanto
Se puede pensar en la cortesía política, pero a la vista de los numerosos 'repasos' que Carmona ha dado a Lacalle en debates televisivos tampoco sería de extrañar que lamente no tenerlo enfrente en la campaña. Por ejemplo en una ocasión cuando Lacalle intentaba culpar al gasto público de la crisis Carmona le tuvo que recordar el origen de las turbulencias.

En otra ocasión Carmona desmontó rápidamente el discurso de la recuperación económica que abanderaba Lacalle y le espetó que "los que trabajáis en Bolsa tenéis el corazón en las rodillas". En otro programa Lacalle no se quedó atrás y dijo que Carmona era abogado, cuando sabe o debería saber que es profesor de economía. En cualquier caso el socialista, que le estaba aleccionando sobre los enormes costes del fraude fiscal y de la subida de impuestos a las clases bajas y medias, lo encajó con humor: "Soy odontólogo".