Fernando Miniño, vecino de Noalla (Sanxenso), recibió hace unos días una notificación de la Dirección General de Tráfico en la que se le imponía una multa de 200 euros por adelantar a un perro sin guardar la suficiente distancia de seguridad en la carretera provincial PO-550 el pasado 11 de enero. Concretamente por no guardar la distancia lateral reglamentaria. El conductor sancionado ni siquiera se acuerda del perro, según La Voz de Galicia.

Artículo 85 del Código
La Guardia Civil de Tráfico le ha impuesto la multa por incumplir el artículo 85 del Código General de Circulación, que obliga a los conductores a respetar una distancia de un metro y medio de peatones, animales y vehículos de dos ruedas. Aunque la mayoría de conductores conocen la norma para peatones y vehículos de dos ruedas, en el caso de los animales no tanto, sobre todo porque la norma no hace distinción entre animales domésticos o salvajes o si los lleva el dueño con correa o sueltos.

"Me sancionaron como se o can fose un ciclista"
Fernando Miniño no se acuerda si el perro era grande o pequeño, en realidad no se acuerda de nada porque los hechos ocurrieron hace casi dos meses, por eso cuando le llegó la multa pensó que era para recordarle que el coche tiene más de diez años. El conductor considera la sanción injusta, cree que le sancionaron "como se o can fose un ciclista" y no puede recurrir la sanción porque no se acuerda de lo ocurrido.

"Voulle facer un cadro"
El conductor sabe que su multa será muy comentada y ha manifestado con ironía que piensa enmarcarla para hacer un cuadro. Al principio pensó que la notificación de Tráfico era una broma, pero a la hora de pagar "xa non te fai tanta graza". De la broma al disgusto y de ahí al banco a pagar la multa para acogerse al descuento del 50% al pagarla inmediatamente.