Agentes de la Policía Nacional, en el exterior de la sede del PP, en la calle Génova. EFE



El juez Pablo Ruz continúa acelerando el cierre de temas antes de que en un mes tenga que dejar la investigación de la Gürtel y su pieza separada, el caso Bárcenas. En las últimas horas ha hecho, en este sentido, un movimiento de trascendencia: ha exigido a Hacienda, mediante un requerimiento judicial, que “proceda a la determinación que eventualmente habría de corresponder al Partido Popular (…) en relación a las aportaciones económicas que en concepto de donaciones aparecen anotadas en los registros contables opacos objeto de análisis (recogidos en los denominados papeles Bárcenas)”.

Ruz pide además que ese cálculo se le entregue “con la mayor brevedad, y en todo caso en el plazo de cinco días desde el presente (25 de febrero)”. La importancia de esta decisión está en que el juez ‘ignora’ con ella de alguna manera, las consideraciones del propio Ministerio de Cristóbal Montoro, que había determinado, como les contamos en su momento en ELPLURAL.COM,  que los partidos no tienen que tributar las donaciones que se les hagan y que utilicen conforme a la ley, ni en el caso de que se les hayan entregado en dinero en negro.

El juez de la Audiencia Nacional, en diversos escritos había mantenido una posición contraria a esta interpretación, y en alguno había precisado que “las cantidades donadas en exceso de los límites legales quedarían sujetas a tributación por el impuestos de sociedades”. Hacienda insistió en rechazar esta interpretación, pero Ruz, con el auto de las últimas horas, según fuentes cercanas a la investigación, estaría dando señales de que está considerando imputar al PP por un delito fiscal, única razón explicable de que insista en saber cuánto dinero debería haber pagado Génova de considerarse el dinero ingresado en B como sujeto a tributación.