Tic-Tac, Tic-Tac. Se acerca el final del ultimátum que los países del Eurogrupo han dado al gobierno griego de Syriza. El ministro de Fianzas, Varoufakis, acaba de pedir la prórroga del rescate actual por seis meses. El Eurogrupo no ha desvelado el contenido y decidirá entre hoy y mañana. El Gobierno griego no tiene dinero para que su país funcione y tiene dos opciones, o negociar con unos socios muy enfadados por las 'bravuconadas' de algunos dirigentes de Syriza o salir del euro. El gobierno griego ha insistido en que no quiere abandonar la moneda única, que va a cumplir con su promesa de un programa de emergencia social, que el rescate de la Troika (FMI, UE y BCE) ha fracasado y que quiere un programa puente. Grecia no quiere la palabra rescate y Bruselas quiere el compromiso de que cumplirá lo firmado. El trágala para el ministro de finanzas griego, el popular Varoufakis, es duro y más para el primer ministro Alexis Tsipras, así que la coreografía diseñada por Bruselas sigue con su guión y en vísperas de que expire el ultimátum llegan las bocanadas de oxígeno.

Juncker: "hemos pecado contra la dignidad de los pueblos"
El Presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, declaró ayer ante los periodistas que "hemos pecado contra la dignidad de los pueblos, especialmente en Grecia, Portugal e Irlanda". Juncker, conservador, eterno miembro de diferentes gobierno luxemburgueses, eterno protagonista en Bruselas y hacedor del sistema que convirtió a Luxemburgo en paraíso fiscal, no se ha vuelto 'rojo' de repente. Sorprenden los análisis que se han hecho en España de esta frase porque si alguien cree que este político que lleva 40 años en primera línea ha cambiado de ideología no puede estar más equivocado. Hay que conocer los engranajes de funcionamiento interno de la Unión Europea y aquellos que lo conocen saben que el guion es siempre el mismo: no se toleran groserías, no se toleran bravuconadas, se cumple lo que se firma, se elogia en público y se mata en privado.
La frase de Juncker, a 24 horas desde que expire el ultimátum es una bocanada de oxigeno al ejecutivo griego, para que Syriza y su presidente Tsipras no regresen a su país humillados. Porque hay algo que los 'analistas' siempre olvidan, la norma de oro de la UE: no se puede humillar a nadie públicamente porque la humillación de Alemania tras la derrota de la Primera Guerra Mundial dio lugar a la Segunda. Las humillaciones son en privado y no se cuentan. Y aquí lo importante es que Grecia cumpla lo acordado y pida una prórroga del rescate. Conseguido eso, a Varoufaquis le lloverán las flores, los euros con las condiciones que diga Alemania.

A la misma hora el BCE
Para que quede claro que la Unión tiene la coreografía y el guión escrito desde hace mucho tiempo. Al mismo tiempo que Juncker entonaba el 'mea culpa' sobre la dignidad, el Banco Central Europeo (BCE) lanzaba la segunda bocanada de oxigeno a Grecia, y lo hizo como lo hace todo Draghi, con la equidistancia justa para no asfixiar pero al mismo tiempo para presionar. Los bancos griegos se han quedado sin dinero ante la fuga de capitales masiva del país, lo que abocaba al gobierno griego a imponer un corralito en días. Ayer el BCE pudo cerrar la línea de liquidez de emergencia para la banca griega y precipitar así la elección entre rescate o salida del euro, pero concedió 3.000 millones de euros. La cuestión es que los bancos griegos pidieron 10.000 millones. Así que 'súper Mario' lanzó la señal: te mantengo el oxígeno mientras negocies.

Estados Unidos presiona para el acuerdo
Tras las primeras declaraciones del Presidente Obama a favor de más ayudas y menos recortes en Grecia -en realidad Obama viene pidiendo a toda  Europa más inversiones y el fin de todos los recortes desde hace tiempo- el gobierno norteamericano se ha posicionado a favor de la UE. No olvidemos que Ángela Merkel visitó Estados Unidos hace quince días y aunque no trascendió a la prensa lo que hablaron sobre Grecia lo cierto es que hablaron. El gobierno griego no puede decir que tenga a Estados Unidos de su parte, es más en las últimas 48 horas los norteamericanos presionan al ejecutivo griego para que cierre el acuerdo y pida la prórroga del rescate. Los americanos son pragmáticos y no entienden en absoluto como para un gobierno en suspensión de pagos una palabra (rescate) puede ser tan importante. En realidad los americanos alucinan con la Unión Europea.