Mariano Rajoy, María Casado y Soraya Sáenz de Santamaría



Desde que el PP ganara las elecciones e hiciera saltar el hasta entonces necesario consenso para dirigir RTVE se vio que la intención era el control unilateral del organismo. Con Echenique como presidente y con Somoano al frente de los informativos -el periodista que vino de la deliberadamente hundida Telemadrid y que teorizaba sobre la necesidad de utilizar políticamente los programas de entretenimiento- los telediarios iniciaron su caída de credibilidad y audiencia y hasta series como Cuéntame empezaron a mirarse con suspicacia. Parecía que no se podía ir a peor pero ha sido llegar a la presidencia el liquidador de Telemadrid, José Antonio Sánchez, y que asumiera las riendas de los informativos José Antonio Álvarez Gundín -que era subdirector de opinión en La Razón- para ver a periodistas llorando en directo, que se hable de presiones intolerables y que desembarquen trabajadores procedentes de Intereconomía para 'reforzar' la plantilla de cara al período electoral, lo que los trabajadores ven como una "ocupación de TVE por una redacción paralela". Por no hablar de los ceses o de escenas como la de un Pablo Iglesias relegado al 24 horas y además para ser atacado por el entrevistador...

El pluralismo del Gobierno en RTVE se sirve en 'tercios'
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría ha sido preguntada por las protestas por "falta de pluralidad" llevadas a cabo esta semana en la redacción central de los Servicios Informativos de TVE. La vicepresidenta ha restado importancia a las quejas diciendo que "en distintos medios de comunicación se producen siempre situaciones como estas" y ha remitido a los mecanismos de control interno y parlamentario como garantes de "ese pluralismo, con el que, desde luego, el Gobierno ha estado comprometido". José Antonio Sánchez explicó el pasado miércoles en una respuesta parlamentaria cuál es su criterio para distribuir el espacio político de los informativos: "Un tercio para el gobierno, un tercio para el partido que lo sustenta y un tercio para la oposición". La cuenta es clara, un tercio para el Gobierno de Rajoy, otro tercio para el PP de Rajoy, y el resto para la oposición... Pero no se trata sólo del cuánto sino del cómo, como bien sabe el Gobierno, que confunde deliberadamente la presencia de diferentes voces con pluralismo y equidad.

El ejemplo de Aguirre y Telemadrid
La consigna del "pluralismo" esgrimida por Sáenz de Santamaría recuerda a la que lanzó Esperanza Aguirre en su entrevista en Sálvados para decir que con ella Telemadrid era "muy plural". Conviene recordar que con ella en la presidencia de la Comunidad se produjeron vergonzosos episodios en la televisión regional: el periodista Germán Yanke se fue del canal denunciando "intromisión por motivos políticos en su trabajo cotidiano" tras una tensa entrevista a la lideresa, las alertas de los trabajadores sobre las manipulaciones eran constantes y se permitieron editoriales guerracivilistas como los de Hermann Tertsch en un hospital mientras que el canal también le sufragaba con dinero público una batalla judicial con fines políticos contra Wyoming.