Estos días los medios de comunicación han recogido sendas declaraciones de los que serán portavoces a partir de ahora del Partido Popular en detrimento de la secretaria general, María Dolores Cospedal. Son los llamados “tres tenores”: Rafael Hernando, portavoz del Grupo Popular en el Congreso; Agustín Conde, portavoz adjunto, y Pablo Casado, portavoz de Génova en todo lo referente a las elecciones autonómicas y locales (buscan que Carlos Floriano y la mencionada Cospedal se expongan lo justo). El trío tiene muchos puntos en común; ninguno de ellos ha pegado palo al agua fuera de la política, los tres llevan cobrando de la Administración desde que les “salieron los dientes”, dice una periodista de la segunda planta de Génova a ELPLURAL.COM, al mismo tiempo que ironiza señalando: “son como el famoso doberman que el PSOE popularizó para caricaturizar a Paco Cascos; pero eso sí, estos chicos saben ‘ladrar’ también en inglés”, añade, “son como Moisés, los dejaron en una canastilla en la puerta de Génova y los hemos adoptado; ja,ja,ja”.



Tenor alto: Hernando “El broncas”
El caso es que a partir de ahora nos tendremos que acostumbrar al rostro de los “tres tenores”, que si no lo remedian las televisiones generalistas (La 13 los “tiene en nómina”) los veremos en todos los programas de debates políticos. Eso sí, Rafael Hernando, el “jefe” del triunvirato, se reserva para las situaciones que requieran “dureza” y “bronca” sin miramientos. Ahí estará el alcarreño, que desde 1983 lleva cobrando de “papá Estado”. 32 años dedicados a lo mismo: insultar al contrincante, o poner en duda la decencia y la dignidad de las víctimas del franquismo, asegurando que solo se acordaban de los enterrados en las cunetas cuando había subvenciones, o cuando intentó pegar a Rubalcaba porque éste puso en duda sus declaraciones sobre el incendio de Guadalajara, que se cobró la vida de 11 miembros de un retén. Por eso extrañó que un “hooligan” de la política, de gatillo verbal fácil y que estuvo en la conspiración auspiciada por el exdiputado toledano Alejandro Ballesteros para derrocar a Rajoy, como le recordó Bárcenas, se hiciera con las riendas de la portavocía “popular” de la Cámara Baja, o no ser que el presidente encuentre en Hernando al  “broncas” que a el PP busca para mitigar los ataques de la izquierda.



Tenor bajo: Conde “El facha”
Agustín Conde es el más radical de todos, es el más situado a la derecha de la derecha del partido. No en vano en Toledo se le conoce como Conde “El facha”, no por sus reminiscencias ultraconservadoras, que también, ni siquiera por su turbia colaboración en partidos que no eran precisamente conservadores. No. Ni por sus conocidas “travesuras” ultras en el madrileño colegio mayor  “Jiménez Cisneros”. Tampoco. Conde sobresale por sus radicales opiniones, por su intolerante discurso y por aplaudir, incluso, al catedrático de Psicopatología Aquilino Polaino, que en el Congreso de los Diputados declaró que a los homosexuales “se les puede ayudar con terapias reparativas”. Tamaña salvajada fue justificada por Conde, portavoz del PP en aquel entonces en la Comisión de Justicia, “porque usted nos ha descrito perfectamente la psicopatología de la homosexualidad”. La hemeroteca demuestra que no es una broma.



Barítono: Casado “El ultra”
Cierra el círculo el benjamín del trío, Pablo Casado, un ultra liberal que condena las ayudas que vienen de “papá Estado” y del que él cobra todos los meses. Esta criatura, asiduo también como sus “mayores” a las tertulias de 13 TV, además de otros contubernios televisivos, tildó de “imbécil” y “subnormal” a la familia Bardem y cargó contra el Mayo francés del 68, cuando “jóvenes en París destrozaban las calles porque se aburrían y querían implantar una sociedad socialista”. Casado cambió el 68 por “el 89” porque entonces, según afirmó, “los jóvenes nos pusimos (¿?) delante de un tanque y tiramos también el Muro de Berlín”. Aún es más, “El ultra” repite constantemente que: “si eres joven, y español, eres del PP aunque no lo sepas”. Tampoco es broma. Google no engaña.




Tres eran tres los voceros de Génova
Son tres diputados, dos “cuneros” y uno autóctono. Tres parlamentarios que no han hecho otra cosa en su vida que vivir del presupuesto general del Estado, aunque su trabajo no tenga nada que ver con la Administración , como es el caso de Pablo Casado, diputado por Ávila y 80.000 euros que debería pagar el PP ya que estos meses estará dedicado exclusivamente al partido.  Por su parte, Agustín Conde, presidente de la Comisión de Defensa, que vio como los diputados se negaban a aceptar su “provocadora” invitación para visitar el Alcázar toledano el 18 de julio, aniversario del golpe de estado del genocida Francisco Franco, se lleva todos los meses en torno a los 100.000 euros y tiene la compatibilidad para trabajar en su bufete de abogados, un despacho convertido en un lobby de influencias que hasta hace poco compartía con Leandro Esteban, mano derecha de Cospedal. Finalmente, Rafael Hernando ha pasado como Conde por todos los estamentos: concejal, diputado regional, senador y diputado por Almería, por aquello de que “linda” con su tierra natal, Guadalajara. 130.000 euros mensuales tienen la culpa. Un trío que a partir de ahora se meterá casi todos los días en nuestras casas para subrayar las excelencias del PP. Atentos.