Syriza ha asumido una gran responsabilidad con el gobierno griego. No solo carga con el compromiso de devolver dignidad y calidad de vida a la ciudadanía de Grecia. El resultado de su desafío alestablishment europeo repercutirá sobre el conjunto de la ciudadanía en el viejo continente. Veremos si para bien o para mal.

El partido de Tsipras obtuvo un respaldo electoral masivo en Grecia al conectar con el rechazo popular a las imposiciones bárbaras de la Troica. También se benefició por la incomparecencia de la socialdemocracia en la oposición al gobierno nacional que aplicaba aquellas imposiciones. La alianza contra natura del PASOK con la derecha de Nueva Democracia ha dejado expedito para Syriza el campo de la contestación popular al austericidio.

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