Los votantes revisan las listas electorales durante las elecciones parlamentarias, en Atenas, Grecia. EFE



Los griegos votan este domingo en unas elecciones trascendentales para el país y para Europa, algunos con recelo y otros con   esperanza, tras las encuestas divulgadas durante la campaña electoral, que daban a Syriza entre el 30 y el 36 por ciento de los votos, mientras que para Nueva Democracia entre el 20 y el 28 por ciento.

Expectación en la votación de Tsipras
Tsipras votó en medio de una multitud de cámaras, sobre todo de medios internacionales, y de simpatizantes, que le jalearon en todo momento con gritos de "Llegó la hora del cambio y de la izquierda" y "Syriza: podemos y venceremos".

Samarás votó en su circunscripción electoral, en la localidad de localidad de Pilos, en el sur del Peloponeso, a 300 kilómetros de Atenas y a primera hora de la mañana, para luego trasladarse a la capital para seguir el desarrollo de la jornada electoral.

Una jornada tranquila, pero nevada
La tranquilidad y la ausencia de incidentes son la tónica general de la jornada electoral, tal y como comentó el ministro del Interior en funciones, Mijalis Theojaridiss. En cinco mesas electorales de la región montañosa de Nafpaktía (Grecia occidental), la nieve había bloqueado las carreteras y fue necesario abrir un camino con quitanieves para que la gente pudiera ir a votar.

En una mesa electoral del sur de Creta, el presidente tuvo que ser trasladado por helicóptero, mientras que otra en Psérimosuna, en una isla del Dodecaneso cercana a Turquía, el presidente de la mesa fue trasladado por una embarcación de los guardacostas