Alvaro Nadal..., el hombre que apenas sale en las fotos, pero del que está pendiente Rajoy. Foto EFE



Álvaro Nadal Belda, jefe de la oficina económica de Moncloa, trae de cabeza al sector de la energía, la telecomunicaciones, el postal y el audiovisual. Conocido como el zar de La Moncloa o el hombre que susurra a Rajoy, Álvaro Nadal hace y deshace a su antojo en el área económica del Gobierno.  Sólo él puede presumir de haber colocado en el gobierno a su hermano gemelo, Alberto, a su mujer María Teresa Lizaranzu, y ya puestos, a su cuñada, Eva Valle. Sólo él puede presumir de susurrar al oído del presidente del Gobierno cuando éste se ve rodeado de personas de importancia: Merkeles y mandatarios semejantes.

Pero su férreo control va más allá de sus territorios naturales. Sus tentáculos llegan incluso a la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), el macrorregulador supuestamente independiente y en el que ha conseguido colocar a personas de su confianza. Él mismo, en privado, se ha vanagloriado  de su férreo control, dejando en evidencia al ministro Luis de Guindos, de cuya área depende la CNMC.

Controlando la CNMC
Tanto es su poder que no tuvo problemas en colocar a tres de los ocho consejeros nombrados a instancias del Partido Popular en la Comisión Nacional de Mercados y Competencia. Y es que aunque Luis de Guindos se esmeró en pactar con el propio Rajoy el nombramiento de José María Marín Quemada como presidente de la CNMC, Álvaro Nadal consiguió asegurarse el trascendental cargo de la vicepresidencia (ocupado por María Fernández) , y hacerse de facto con el control de este organismo designando para ello a sus `amigos´.

La realidad de la CNMC
La realidad es que José María Marín Quemada presenta un perfil mucho más académico que ejecutivo, que si no deja hacer, al menos no pone pegas a los tejemanejes de Nadal. Por el contrario, María Fernández se ha convertido en el auténtico brazo ejecutivo de la CNMC, siguiendo, según relatan a ELPLURAL.COM fuentes conocedoras del organismo, “los dictados de Álvaro Nadal”.

Decisiones políticas
La CNMC se ha convertido desde su inicio en un regulador poco o nada independiente. Le corresponde tomar decisiones en sectores clave como la energía y las comunicaciones y, hasta el momento, los criterios que se han seguido han sido más políticos que técnicos. Hay quien le ve incluso dudosas intenciones. Hace un año provocó una crisis sin precedentes con sus acusaciones a las eléctricas de manipular el precio de la luz. La subasta fue anulada y el Gobierno tuvo que establecer unas nuevas normas de juego a la carrera. Los expedientes abiertos fueron archivados.

La última medida como ejemplo
Ahora, el malestar con este organismo se traslada a las telecos. Como ejemplo, basta con comprobar el enorme malestar que ha originado en el sector de las telecos la reciente propuesta realizada por la CNMC para regular el mercado de fibra y las nuevas redes de Internet. Compañías como Telefónica -la más afectada- y Orange ven cómo sus inversiones no vale nada. La nueva norma, obliga a Telefónicaa alquilar sus redes de fibra a sus rivales a un precio fijado por el regulador. También Vodafone se pregunta de qué le ha servido la compra de ONO por más de 7.000 millones si ahora hay barra libre para todos.

Críticas de expertos
Los expertos del mercado consideran que de llevarse a la práctica, la propuesta de la CNMC traería nefastas consecuencias para el sector. Así, el banco JBCM no oculta que la propuesta es “negativa para el conjunto de España” y que de haberse producido meses atrás, “Orange no habría sentido necesidad de hacerse con Jazztel”.

Por su parte, N+1 Equities alerta que si se consolida este nuevo marco regulatorio, se llevaría por delante la que ha sido la clara ventaja competitiva de Telefónica estos años: el acceso diferencial que es capaz de prestar a sus clientes gracias a la fibra óptica, que le ha permitido lanzar ofertas únicas en 3G y 4G, después de haber invertido cantidades millonarias para cubrir con fibra diez millones de unidades inmobiliarias.

Otros actores como BPI también consideran que este cambio de escenario va a reducir obviamente la motivación de Telefónica para continuar invirtiendo en fibra al mismo ritmo.  Las firmas españolas Sabadell y Santander también coinciden a la hora de calificar como “negativa” los planes de la CNMC.

La propia Telefónica no ocultó su inmenso enfado con la CNMC. "Sorprende y preocupa que en el contexto de un mercado donde los operadores de telecomunicaciones han anunciado importantes despliegues de redes de nueva generación, la resolución que se saca a consulta pública parece ir en sentido contrario, abriendo la red de fibra de Telefónica en toda España salvo en nueve ciudades", reaccionó en un comunicado a la nueva normativa.