El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, durante la rueda de prensa que ha ofrecido para analizar los datos del índice de precios de consumo (IPC) que ha publicado hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE). EFE El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, durante la rueda de prensa que ha ofrecido para analizar los datos del índice de precios de consumo (IPC) que ha publicado hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE). EFE



El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, ha reconocido que esperan que "el dato de IPC de final de año tenga una tasa negativa", situación que "posiblemente se extienda también a los primeros meses de 2015". Con noviembre ya son seis meses consecutivos los que presentan un IPC negativo y, aunque el Gobierno se cuide de no reconocerlo, este es el tiempo que se fija técnicamente para declarar que se está en deflación. Claro que esto contradice el mensaje ultraoptimista de Rajoy de que la crisis “ya es historia”.

Deflación igual a depresión económica
La deflación, es decir, la caída de los precios, se corresponde casi siempre con una fase de depresión económica, con bajada de salarios, de ventas y márgenes de beneficios empresariales, en la que los consumidores se resisten a comprar generalmente por su apretada situación económica y a las empresas no les queda otra que bajar los precios, si quieren vender algo.

El Gobierno vende las ventajas de la deflación
El secretario de Estado, en la tónica del Gobierno de convertir lo negro en blanco, ha afirmado que “la moderación de precios va a generar un impacto positivo desde el punto de vista de la renta disponible de las familias", o sea, que la deflación es buena. Fernández de Mesa ha achacado el IPC negativo a la “evolución de los precios de los productos energéticos, que explica tres de las cuatro décimas del descenso".

El número dos del Ministerio de Economía ha añadido que "teniendo en cuenta que la energía es un factor productivo fundamental para la economía española, esta reducción del IPC va a tener un impacto positivo desde el punto de vista de la mejora de la competitividad".

"También la disminución de los precios de la energía tiene efectos positivos en nuestra balanza exterior", ha apostillado Fernández de Mesa, ya que España importa energía. Además, el secretario de Estado ha afirmado que "el diferencial de inflación de España con respecto a nuestros socios europeos mejora en dos décimas", lo que refleja la mejora de la competitividad de la economía española, que está teniendo repercusiones positivas en las exportaciones a la zona euro.



Rajoy afirmó que la crisis es "historia"
El mensaje dulcificado y poco realista del secretario de Estado va en la misma línea del pronunciado por el presidente del Gobierno, recientemente, en un encuentro empresarial en el que hizo balance de sus casi tres años en el poder.

Según Rajoy, la recuperación "se vive en los mostradores de los pequeños negocios, en los pedidos de los proveedores, en las barras de las cafeterías, en las mesas de los restaurantes, en las nóminas de muchos españoles y en el interior de sus hogares". El presidente aseguró que "estas serán las primeras navidades de la recuperación", aunque –lo ocultó en su discurso- España esté ya en deflación.