El portavoz de los obispos, José María Gil Tamayo, ha explicado hoy que la Conferencia Episcopal (CEE) tuvo conocimiento del supuesto caso de abusos sexuales a un menor en Granada a través de los medios de comunicación, ha pedido perdón “a las posibles víctimas” y ha expresado su repulsa ante estos hechos.

Ofensa de la dignidad de las víctimas
En rueda de prensa posterior a la reunión de la Asamblea Plenaria, el portavoz de la CEE ha expresado el dolor, el pesar y la repulsa de la Iglesia española ante los “supuestos delitos” denunciados, que son una ofensa a la dignidad de las víctimas, a Dios y un daño a la Iglesia y a la sociedad. Ha explicado que él se enteró de la denuncia por supuestos abusos sexuales a un menor en la Archidiócesis de Granada el pasado domingo, a través de la prensa.

Habla el arzobispo de Granada
Posteriormente, durante la reunión de la Asamblea Plenaria de la CEE, el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, relató al resto de los obispos lo mismo que había trasladado a los medios de comunicación. En este sentido, Gil Tamayo ha subrayado que no hay nada que obligue a que la CEE tenga conocimiento de estos casos, ya que la competencia es de la Santa Sede y la Archidiócesis de Granada y ha pedido respeto a la intimidad de las víctimas y de las personas implicadas, para que sus derechos no se vean conculcados.

Tolerancia cero
El portavoz de la CEE ha pedido “tolerancia cero” contra este tipo de delitos que le producen “vergüenza”, tanto por las personas implicadas directamente en los abusos, como por quienes tuvieron conocimiento de ellos. “Esto no admite medianías, las responsabilidades no son negociables en un delito”, ha dicho.

No ocurren de la noche a la mañana
A preguntas sobre la posibilidad de que estos delitos hayan sido cometidos por un grupo organizado, Gil Tamayo ha afirmado que, de ser así, estas acciones no ocurren de la noche a la mañana. “Si es un grupo de sacerdotes que es pernicioso, se dilucidan las responsabilidades y se extirpa”.

Llamada al orden del Papa
Sobre una posible llamada del Papa a la presunta víctima de los abusos, Gil Tamayo ha asegurado que el arzobispo de Granada “no ha dicho nada en este sentido”. “No tengo ningún otro conocimiento que el que ha aparecido publicado”, ha subrayado y ha añadido que tampoco tiene constancia de que el pontífice se haya puesto en contacto con monseñor Martínez para hacerle “una llamada al orden”. “Lo hubiera manifestado al resto de los obispos”, ha dicho.

Defensa del arzobispo
En este sentido, ha defendido la actuación del arzobispo de Granada, que “goza de todo el afecto y credibilidad de sus compañeros” y que ha apartado cautelarmente de sus funciones a los tres sacerdotes implicados directamente en los hechos siguiendo la doctrina de la Iglesia.

“Las víctimas son lo primero”
Esto ha sido subrayado tras pedir “ejemplaridad” en el seno de la Iglesia para que este tipo de comportamientos sean erradicados. “No caben unos comportamientos que atañen a quienes nos han sido confiados, especialmente los más indefensos, como los niños y los jóvenes”.

La pederastia es una lacra
Ha señalado que en el caso de España, los casos de pederastia dentro de la Iglesia no son “una lacra” como en otros países y ha añadido que, “aunque fuera sólo un caso, sería grave y doloroso” y ha recordado que se han agravado las penas contra estos delitos. El proceso -ha indicado- se encuentra ahora bajo secreto judicial y también canónico y ha explicado que la CEE tiene en este caso un papel “secundario”, ya que la competencia es de la Santa Sede y la diócesis de Granada.

Respeto a los tiempos judiciales y no a un juicio paralelo
Gil Tamayo se ha referido a las “víctimas” de este hecho -aunque hasta ahora sólo una persona ha presentado denuncia por abusos sexuales- y les ha expresado su cercanía y solidaridad. En este sentido, ha asegurado que desconoce el número de afectados por este supuesto caso.

Asimismo, ha mostrado la cercanía de la CEE con la comunidad diocesana de Granada “en estos momentos de dolor”, sin que esto suponga el “acompañamiento y cercanía a quienes hayan sufrido estos hechos”.