Con Mariano Rajoy presidiendo el Gobierno de España y José Manuel García Margallo de Ministro de Asuntos Exteriores España ha llegado al nivel más bajo de representación en instituciones de la Unión Europea desde que entramos en la antigua Comunidad Económica Europea. Tanto con el Gobierno de Felipe como el de Aznar se mantuvo siempre una vicepresidencia y con el Gobierno de Zapatero se llegaron a tener dos representantes en la máxima representación al mismo tiempo, un vicepresidente (cuando solo había dos) con Joaquín Almunia y otro español, Javier Solana, como responsable de la política exterior europea. A ello había que añadir directores generales y un sillón permanente en el consejo del Banco Central Europeo, que se obtuvo con la entrada de España en el euro (Gobierno Aznar), se mantuvo con Zapatero y se perdió un año nueve meses después de que Rajoy llegara a la Moncloa.

Sin puestos en una cartera estratégica
Sin duda hay muchas carteras estratégicas para España, pero una fundamental es la de Justicia e Interior. En primer lugar porque somos un país frontera, la frontera Sur de la Unión Europea y tenemos que afrontar el reto de la inmigración, en segundo lugar porque nuestra situación geográfica nos convierte también en un punto clave en el tráfico de drogas y, por último, porque somos un país que ha sufrido la lacra espantosa del terrorismo hasta hace tres años, cuando con el Gobierno Zapatero ETA renunció a la lucha armada para siempre.

La nueva  comisaria de Asuntos de Interior de la UE, Cecilia Malström, está configurando su equipo y ya se sabe que los dos españoles que ocupaban puestos relevantes se van fuera: Rafael Fernández Pita, todavía director general de Justicia e Interior en el Consejo de la UE, y el número dos de la agencia de gestión de fronteras, Frontex, Gil Arias Fernández.

Revancha contra el Ministro de Interior español
Por territorio, por peso económico y por población España es uno de los cinco países más importantes de la UE, por tanto no se entiende la infrarrepresentación política que tiene ahora. El peor nivel de representación e influencia de España en las instituciones comunitarias ha llamado la atención incluso de la prensa europea, en la que se especula que la decisión de la comisaria Malström es una 'venganza' contra el Ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, a raíz de los incidentes en la frontera de Ceuta el pasado 6 de febrero. Recordemos que en esa fecha 15 inmigrantes murieron ahogados tras la actuación de la Guardia Civil en la frontera de Ceuta, cuando un grupo numerosos de subsaharianos intentó llegar a Ceuta nadando. Los agentes no solo no les auxiliaron, sino que les dispararon pelotas de goma y botes de humo cuando estaban en el aguan, incumpliendo la normativa internacional. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y mientras en España el Ministerio de Interior justificaba que se hubieran vulnerado los derechos humanos, la comisaria europea criticó con dureza lo ocurrido. Jorge Fernández reaccionó con virulencia a dichas críticas y reclamó más dinero a la UE. Ahora la respuesta es que nos quedamos sin representación en Frontex.

Humillación con De guindos y Cañete
Para resumir, con Rajoy nos hemos quedado sin vicepresidencia europea, sin una comisaria (equivalente a Ministerio) de peso, sin sillón en el BCE, sin representantes en Justicia y en Frontex y todo ello después de la humillación sufrida con Luis de Guindos. El Gobierno de Rajoy se fijó como objetivo prioritario colocar al actual Ministro de Economía, Luis de Guindos, como presidente del Eurogrupo (países del euro). La presión de Rajoy fue total, Moncloa proclamó a los cuatro vientos que estaba hecho porque Merkel les apoyaba, pero perdió estrepitosamente. Los holandeses reaccionaron con furia a las presiones de Rajoy y no solo no van a dejar la presidencia del Eurogrupo sino que dentro de un año volverá a pelear por ella. Tras esta humillación llegó la de Cañete, que tuvo que pasar no un examen, sino dos para poder ser comisario de segunda, comisario e cambio climático bajo  las órdenes de una supercomisaria. Los exámenes a Cañete fueron noticia europea por la polémica de sus comentarios machistas hacia la candidata del PSOE, Elena Valenciano, y por sus intereses empresariales precisamente en empresas energéticas.

El Gobierno peleará por mantener Frontex
No obstante aún no es definitivo el cambio en Frontex, dado que un grupo de países se ha rebelado contra el procedimiento de la consejera Malström para elegir candidatos. El Gobierno español podría aprovechar este malestar para pelear por el puesto pero, por otra parte, fuentes europeas afirman que España ha comprometido su voto para un francés. En definitiva parece que España se queda sin puestos en una cartera clave.