En los nueve primeros meses de este año el déficit comercial alcanzó los 18.854,8 millones de euros, lo que supone un incremento del 71% respecto al mismo período de 2013, según ha informado en nota de prensa el Ministerio de Economía y Competitividad. Se acaba sí con un de los pocos titulares que manejaba Rajoy para presumir de la buena marcha de la economía: la reducción del déficit comercial y el aumento de las exportaciones. Ya en 2013 era una afirmación tramposa porque la economía española, muy dependiente en bienes de equipo y tecnología, cuando crece consume mucho e importa mucho. El problema ahora es que no exportamos porque Europa está bordeando una tercera recesión y el desequilibrio se vuelve a disparar.

Buscando el clavo ardiendo
Mientras las importaciones subieron un 6% en tasa interanual hasta el 30 de septiembre, la exportaciones solo aumentaron un 1,9%. La nota de prensa de Economía se agarra al dato de las exportaciones como un clavo ardiendo para intentar poner en valor este dato y, así por ejemplo, se recuerda que mientras las exportaciones españolas crecieron un poco, las francesas cayeron un -1,2% y las británicas un -14,7%. Esto es así, pero Economía obvia los datos de la balanza comercial tanto de Francia como de Inglaterra, mucho más equilibradas, y por supuesto no dan el volumen de exportaciones en euros, dado que ambas economías facturan mucho más.

El automóvil
De nuevo es el sector del automóvil el que tira de las exportaciones. Las buenas fábricas españolas y el abaratamiento de mano de obra, hace que aquí se fabriquen coches básicamente para exportar. Entre enero y septiembre el sector del automóvil incrementó sus exportaciones un 6,1% y este sector representa un 14,6% del total de las exportaciones españolas. Aumentaron también las exportaciones de alimentación y bebidas que representan el 15,3% del total, mientras que el sector de manufacturas creció un 7,5%.

Ahora para el Gobierno importar es una buena señal
Al Gobierno todo le vale para convertirlo en titular propagandístico, si en 2013 que España no importara bienes y equipos era buenísimo porque así la balanza comercial estaba más equilibrada que nunca, ahora es maravilloso que importen y la balanza se desequilibre porque eso demuestra que la empresas tienen dinero para invertir y gastar. El problema es que no se pueden sostener los dos argumentos al mismo tiempo y, desde luego, lo que no vale es coger la cara que más conviene según la coyuntura. Es cierto que las importaciones crecen porque las empresas consumen más, pero también es muy cierto que una economía que funciona bien no tiene una balanza comercial tan desequilibrada como la española. Dicho de otra forma, Alemania importa muchos productos pero, a diferencia de España, también los exporta.