El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, durante su comparecencia ante los periodistas en la sede de la Presidencia en Mérida. EFE

 

 


José Antonio Monago ha afirmado con rotundidad, en su comparecencia este viernes para explicar sus presuntos viajes privados a Tenerife a costa del Senado, que es “el presidente autonómico que menos gana”. Esa afirmación no sólo no es cierta, sino que el presidente extremeño es uno de los que más cobra: 77.295 euros anuales, sólo 900 euros menos que el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy.

El quinto mejor pagado
Monago es el quinto presidente autonómico que más gana, sólo superado por Artur Mas (144.000 euros), Ignacio González (103.000), Iñigo Urkullu (97.500) y Luisa Fernanda Rudi (80.000), según los sueldos brutos publicados este sábado por la SER.

Muy por detrás de Monago están otros mandatarios autonómicos, como, por ejemplo, la presidenta andaluza, Susana Díaz (63.808); María Dolores de Cospedal (68.981); o Juan Vicente Herrera (68.982).

Un mártir con tres versiones
En su comparecencia, este viernes, Monago se presentó como un mártir, humillado e impotente tras las revelaciones sobre sus presuntos viajes privados a Tenerife con dinero público para encontrarse, según lo que se ha publicado, con una señora, quien, por cierto, ha confirmado que el político la visitaba. Un santo que se paga "sus recibos de la luz" y por no tener, no tiene ni "antena parabólica".

El presidente extremeño, desbordado por el escándalo, ha pasado en una semana de negarlo todo y afirmar que eran viajes de trabajo, a prometer entre lágrimas que devolverá “hasta el último céntimo”, hasta que, finalmente ayer, asegurara que los viajes privados se los pagó de su bolsillo y que podía demostrarlo con papeles.

El documento del Senado no aclara nada
“Fueron 16 viajes de trabajo tal y como acredita el letrado mayor del Senado de España en la documentación oficial que tengo aquí conmigo”, afirmó Monago ayer, pero el documento no, que contiene un solo párrafo, no explica los motivos del desplazamiento del presidente autonómico, ni fechas, ni cifras, ni puntos de origen o destino, sólo que fueron de la península a Canarias y que fueron abonados por la Cámara Alta.

Los folios que no quiso entregar a los periodistas
El presidente mostró (no entregó) a los periodistas en la rueda de prensa unos folios encuadernados con recortes de prensa, fotos de actos del partido, apuntes de su agenda y unos papeles firmados por un compañero del partido, para justificar los 16 viajes que realizó a costa del Senado. Alegó que no podía dejar en manos de los medios esos papeles porque podía afectar el proceso penal.
Es decir, que Monago no ha podido justificar todavía los viajes en cuestión.

Un populista al que se le cayó la careta
Hace tres años, cuando José Antonio Monago hizo aquellos fabulosos vídeos electorales para las autonómicas de 2011, sobre su compromiso para “cambiar” Extremadura, en la que se mostraba, en la superficie, un hombre llano, dispuesto a “arrimar el hombro”, ya se entrevía sus maneras populistas que ahora han llegado a su clímax.

Esclavo de sus palabras
En uno de aquellos vídeos, Monago decía que los políticos “son esclavos de sus palabras”. Haría bien en aplicarse la máxima, porque mientras más habla más se hunde en la porquería. Debería saber, por otra parte, que el populismo es un mal negocio.