En las próximas semanas el asesino de Joseba Goicoetxea,  sargento mayor de la Ertzaintza y  militante del PNV  saldrá de prisión. Rosa Rodero, su viuda  lo ve con normalidad y sólo ansía al igual que su marido la paz. “Con odio no se puede vivir” afirma a ELPLURAL.COM. “Estoy muy preparada para su liberación.  Esta situación la  vivo desde hace muchos años. Bilbao es una ciudad pequeña y nos conocemos todos. Llevamos años viendo expresos de ETA que salen y montan sus negocios. Convivimos con ellos. Se convive o no tienes salida. ” afirma Rosa. “Recuerdo todo lo que hablé con mi marido y tengo que responder como a él le habría gustado” añade.

Rosa Rodero posa junto a la fotografía de Joseba Goicoetxea, asesinado por ETA. (Foto cedida por Rosa Rodero)



Los presos han pasado de 600 a 500
En el último año la presión de las cárceles ha disminuido. Los presos de ETA  han pasado de 600 a 500. De ese centenar, buena parte se ha beneficiado de la anulación de la Doctrina Parot y otros han cumplido su condena.

«A mí se me rompió la vida. Simplemente aprendes a convivir con el dolor y sobre todo a deshacerte del odio que no lleva a ninguna parte. Sufrí una depresión de la que no fue fácil salir. Tenía 38 años cuando enviudé  y tuve que sacar adelante a tres hijos, de 16 y 13 años, y la benjamina de tan solo 18 meses. A los cuatro nos gusta rememorar los momentos anteriores al atentado. Los días de playa, monte, excursiones, las comidas de cumpleaños con familiares, amigos... esa es la verdad nuestra.  ETA me quitó a mi marido, pero no los recuerdos”.

El final de la violencia, irreversible
Tres años después de su declaración de cese definitivo de la violencia, ETA ha corroborado en la práctica ese compromiso y tanto la izquierda abertzale como el Gobierno vasco creen irreversible el final del terrorismo. Pero a ETA le queda pendiente su desarme y disolución. “Todo tiene que ir con su tiempo. No podemos correr porque cometeríamos el error que cometimos anteriormente cuando hicimos una constitución en tres años. Tenemos que ir poco a poco, asentando bien las bases. Pero cuidado, el Gobierno actual no puede caer en el inmovilismo, porque sería un error, y el tiempo corre” recalca Rosa.

Los reiterados llamamientos del actual lehendakari, Iñigo Urkullu, al presidente Mariano Rajoy para activar la política penitenciaria y el acercamiento  a cárceles vascas a los presos de ETA reinsertables, ha caído en el vacío. En su último encuentro con Rajoy, el 15 de septiembre, le dio hasta fin de año para que le responda. “El inmovilismo por alguna de las dos partes es lo que más me preocupa. El proceso tiene que llegar hasta el final” confiesa esta mujer que desde hace más de dos décadas lucha por la paz y cree definitivo el cese de la violencia. “Ya no hay marcha atrás”.

El día más triste y doloroso de Rosa
Han trascurrido 21 años desde aquel fatídico día en la vida de Rosa Rodero, mujer valiente, decidida y de ideas claras, que recuerda como si fuera ahora aquel frío 22 de noviembre de 1993 en el que la banda terrorista ETA acabó con la vida de su marido, Joseba Goicoetxea de 42 años.

“Ese día Joseba no iba a llevar a nuestro hijo al colegio pero se nos echó el tiempo encima y finalmente se fueron juntos. Mi marido salió de casa y en un semáforo, por el que tenía que pasar todos los días, le pegaron dos tiros. Mi hijo, de 16 años, estaba con él,  se tiró del coche y salió. Joseba no murió en el momento pero las heridas fueron muy graves. Yo salí de casa unos minutos más tarde, como hacíamos siempre. Te diré que nunca, nunca, salíamos  de casa juntos. Siempre iba  él primero, revisaba los bajos del coche y más tarde me recogía a mí. Tratábamos de tomar todas las medidas de seguridad posible, pero ese día ocurrió” relata Rosa a El Plural con los ojos empapados en lágrimas pero con una fortaleza digna de asombrar a cualquiera.

“ Al salir unos minutos más tarde de casa vi mucho jaleo en la calle. Intuí algo malo pero no podía creérmelo. Trascurrieron tan solo segundos, los peores de mi vida, ya que algo en mi interior me decía que en aquel coche iban mi marido y mi hijo", sigue recordando Rosa a ELPLURAL.COM. "Me quedé paralizada hasta que reaccioné y me acerqué y vi el coche. Pregunté la matrícula porque no me lo quería creer. Cuando un policía me dijo la matrícula, ya dije: mi marido. Me cogió el policía. Empecé a preguntar dónde está mi hijo. Me decían "señora tranquila". "Con lo que estoy viendo, no me digáis que mi marido está bien porque no me lo creo, grité. Cogieron un coche y me llevaron al hospital. Vi a mi hijo en el hospital de Basurto y me quedé un poco más tranquila. Empecé a preguntar por mi marido.  Lo único que recuerdo es que se me olvidó todo lo que tenía delante y solo quería hablar con él.  Para mí, era muy importante decirle 'te quiero'. Lo decimos muy pocas veces. Lo damos por hecho y no lo decimos. En ese momento, empecé a decirle 'te quiero, te quiero, te quiero'. Necesitaba decírselo. Cinco días después murió”.

El sargento mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea era consciente de que constituía un objetivo potencial de ETA, que si un día la banda terrorista se decidía a atacar a la Policía Autónoma él se encontraría en la cabeza de la lista. Esa amenaza sobre su cabeza era algo más que un análisis teórico derivado del proceso de “demonización” que había sufrido en los últimos años, después de que en enero de 1992 la Guardia Civil descubriera una anotación manuscrita por el etarra “Gadafi” con la dirección del domicilio de Goikoetxea, la amenaza etarra sobre el mando de la Ertzaintza era un riesgo real.

Joseba intuía un atentado
En las únicas declaraciones efectuadas por Joseba Goikoetxea a un medio de comunicación, difundidas por la agencia “Vasco Press” el 20 de marzo de 1993, el sargento mayor asumía el riesgo que le suponía su trabajo: “No me extraña  porque jamás me he escondido de nadie. Soy vasco, seguiré viviendo en Euskadi y, como muchos ertzainas, estoy orgulloso de las labores que he desarrollado en este campo. Seguramente  un comando tenga mi dirección”.

La amenaza era real y se produjo en más de una ocasión pero “Aunque sabes que estás en el centro de la diana, que las amenazas son continúas, no piensas que te va a tocar a ti, hasta que te toca” subraya Rosa.

Nacionalista vasco, amante de  Euskadi, de sus tradiciones e idioma, Joseba quiso luchar en primera persona por recuperar todos lo que los vascos habían perdido con la dictadura franquista. Creó y fue jefe de la unidad de información de la Ertzaintza aunque el camino fue largo. “Desde los 14 años Joseba, ya estaba en el PNV. Con 19 años era el correo de la propaganda del partido. Además, convivía con ellos en la parte francesa. En los años 70,  estaba muy activo”.

“En  el año 71  le detienen y le meten en prisión. Le caen tres años de cárcel en  plena época franquista. La diferencia es que nosotros no hemos pretendido nunca matar a nadie.  ETA nace del partido nacionalista.  Es una escisión de gente que ven que con lo que estaban haciendo no se consigue nada con Franco y deciden coger las armas. Y ahí está la gran diferencia “, añade Rosa.

Objetivo la paz
“A lo largo de la historia hemos sido partícipes de grandes luchas de la humanidad con distintas metas, pero la forma conseguir esos objetivos puede ser muy diversa. Joseba siempre tuvo clara una idea, LA PAZ, y sobre eso no había discusión.  Mi marido era un hombre muy especial para mí y para mucha gente que lo conoce. Tenía un amor a su patria tremenda. A pesar de haber estado en la cárcel, ha tenido que trabajar con la  Guardia Civil y policía nacional  que incluso le habían detenido. Era una fase de la historia de Euskadi y había que seguir adelante. Él quería un país en paz y eso era lo que en casa nos ha enseñado. Es lo que hemos aprendido de él. Lo único que hemos hecho  es seguir lo que él empezó” recalca Rosa que desde entonces no ha hecho otra cosa que no haya sido lucha por la PAZ y por los derechos que les corresponden a las víctimas del terrorismo.

La AVT es minoritaria
En el año que falleció su marido las víctimas del terrorismo no contaban con las ayudas y apoyos, tanto a nivel legislativo como económico, con las que cuentan ahora “aunque todavía quedan flecos sueltos” añade Rosa. “Las víctimas, se clasifican en  ascendentes y descendentes en primer grado. Es decir, los padres, la esposa y los hijos. Las víctimas no empezamos a ser alguien o a que nos pudieran ver o interesar  hasta el año 96. Éramos  algo incómodo y nos tenían apartadas hasta que los asesinatos contra políticos empezaron  a ser una constante en las actuaciones de la banda terrorista Ahí ya ven que tienen una salida política y es cuando los partidos dan protagonismo a las víctimas. Hasta entonces estuvimos totalmente olvidadas”, recalca la viuda de Joseba.

“Nunca ha pertenecido a la AVT. Si entramos en la página web de la asociación nos encontramos con esta definición: “La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) es una organización apolítica de carácter benéfico asistencial que fue constituida en el año 1981, con el objeto de socorrer a todas las víctimas del terrorismo del abandono y marginación del Estado, así como de muchos sectores de la sociedad española. El papel de la Asociación ha sido imprescindible para la consecución de importantes medidas políticas, sociales, y judiciales que han permitido mejorar, sustancialmente, la situación de las víctimas. Además, ha contribuido a despertar una gran sensibilidad hacia los que sufren la barbarie terrorista. A día de hoy el total de la población atendida por la AVT supera las 4000 personas”.

Sentada con la redactora de ELPLURAL.COM en el café  La Granja, en una céntrica plaza de Bilbao opina sobre la AVT:  “Por asombroso que te parezca la AVT es una asociación minoritaria. Yo nunca he querido pertenecer. Hasta hace pocos años  era la única asociación que existía de víctimas del terrorismo es la AVT. A mí, lo que la AVT me podía ofrecer o tiene en su historia no concuerda con mis ideas. No estaba de acuerdo y no me apunté”.

“Nunca concebí el asesinato de mi marido como una ocasión para hacer política. Yo tengo mi cuadrilla de gente, también víctimas del terrorismo de ETA, con la que lucho, en la que me apoyo y se apoyan otras muchas personas que piensan como yo. Todos tenemos un punto en común, el deseo de PAZ, de acabar con la violencia para dar paso al diálogo. Es verdad que se trata de un punto en común muy amplio, aunque tengamos diferencias” opina Rosa.

EL problema: la utilización política de las víctimas
Considera que la AVT no es la asociación mayoritaria ya que han surgido otras.

“Aquí existe la AVT, creada  por esposas de militares o guardias civiles asesinados. Hay un momento en el que la AVT se hace política, y es ahí cuando surge el problema. Quienes la habían creado no estaban de acuerdo y cada comunidad forma su propia asociación. De ellas, nadie ha oído hablar. Solo se habla de la AVT. ¿Por qué? Porque la AVT hace política, el resto de las asociaciones intenta ayudar a sus víctimas, y te diré que hay muchas formas de hacerlo. Me acuerdo de una charla con el juez Bermúdez que él nos decía que ha habido una época en la que los policías no sabían ni cómo hacer las cosas.  El primero que utiliza a las víctimas es el Partido Popular porque las primeras víctimas que caen políticas son de ellos. Ahí empiezan a sacarlas a la luz. Si ves lo que hablan en las elecciones, es todo víctimas, víctimas, ETA, ETA...”. 

Las negociaciones de Aznar en Zurich
En mayo de 1999, ocho meses después de que ETA declarase una tregua indefinida, el Gobierno de José María Aznar se sentó a negociar con la banda terrorista en la ciudad suiza de Zúrich. La reunión entre representantes del Ejecutivo y de ETA tuvo lugar el 19 de mayo, en un hotel de la citada ciudad y en ella participaron los etarras Mikel Albizu “Mikel Antza”, entonces jefe del aparato político de la banda, y Belén González Peñalba, "Carmen". Por parte del Gobierno, Aznar envió al secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos; al secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, y a su asesor personal, Pedro Arriola. La reunión contó con un moderador, el entonces Obispo de Bilbao, Juan María Uriarte.

Felipe Gonzalez, en Argel
También durante los Ejecutivos socialistas de Felipe González se vivieron unas históricas negociaciones con ETA: las conversaciones de Argel de 1989. Aunque parecía que podrían obtenerse resultados, los contactos no llegaron a buen puerto.

No sería hasta el ejecutivo de Zapatero, en su segundo mandato, cuando las negociaciones llegarán a su meta, el cese de la violencia por parte de la banda.

ETA había asesinado a un total de 829 personas desde que cometiera en 1968 su primer atentado mortal. 43 años tuvieron que pasar hasta que millones de españoles vimos a aquellos 3 encapuchados, miembros de la banda terrorista, y escuchamos aquellas palabras que parecían nunca llegar “ETA hace saber que ya hace algunos meses tomó la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas (…)” sentenciaba el comunicado. Era la gran noticia, y aunque pueda parecer que era lo que todos los españoles deseábamos escuchar, las reacciones fueron diversas.

“Lloré, lloré mucho de alegría. Después de tanto sufrimiento, de tantos muertos, de tantas familias rotas como se rompió la mía, necesitábamos paz. No podíamos más” describe emocionada Rosa.

Frente a la reacción de Rosa, surgieron las contrarias. Las de rechazo y críticas ante el fin de la violencia de la banda terrorista tanto de partidos políticos, como de víctimas del terrorismo.

El PP declaraba: “No hay ningún cambio de escenario hasta que ETA se disuelva. Para el PP, y creo que para muchos españoles, lo único que nos interesa de ETA es su disolución. Todo lo demás es perfectamente inútil. Seguiremos insistiendo para que ni ETA ni ninguna de sus franquicias, léase Batasuna u otras, se puedan presentar a las próximas elecciones municipales”. Mari Mar Blanco, parlamentaria del PP y hermana del concejal de Ermua al que ETA asesinó en julio de 1997, declaraba: "no supone el punto final de ETA. Eso solo llegará cuando reconozca el daño causado y pida perdón".

“Telemadrid y la peor noticia de la historia”
En cuanto al tratamiento por parte de los medios de comunicación encontramos la postura de Telemadrid donde el fin de ETA fue retrasmitido por la cadena como “la peor noticia de la historia”.

“Llegar hasta donde estamos ha costado mucho. Después de años de sufrimiento, dolor, muertes, ¿Quién no puede querer la paz?. Estar en el punto en el que estamos fue un camino largo y pedregoso. Me gustaría aclarar que todos los Gobiernos en España tras la caída del franquismo se han sentado a la mesa a negociar con ETA. Eso es una realidad, aunque muchos se llevaran las manos a la cabeza y criticaran a bombo y platillo la reanudación de las negociaciones con ETA durante el gobierno socialista de Zapatero. Al igual que ocurrió con la “Ley de Victimas del terrorismo”  que aprobada mes y medio antes de las elecciones generales. Era necesaria y aunque quedaron “flecos sueltos” si no se hacía en aquel momento podía correr el riesgo de dilatarse. Con 7 años de elaboración ya no podíamos esperar más".

@ElenaHerreros