Elpido Silva, el juez que osó encarcelar a Miguel Blesa en el marco de su investigación de la compra del Banco de Florida y la barra libre de crédito para Díaz Ferrán, ha sido apartado de la carrera judicial. A pesar de sus múltiples problemas judiciales el expresidente de la entidad financiera sigue eludiendo la prisión y maniobra para conseguir los 16 millones de euros que el juez Andreu le ha impuesto como fianza civil para responder de un presunto delito de administración desleal por el dinero despilfarrado con las tarjetas 'black'.

Querella por falso testimonio
Pero a pesar de su nefasta gestión que encaminó la entidad a la quiebra -no lo hizo porque Bankia fue rescatada con 23.000 millones de euros- y de que miles de preferentistas luchan todavía en los tribunales por recuperar su dinero en los tribunales, lo que puede llevar a Blesa a prisión es un lío de faldas y sus posibles mentiras en un tribunal para encubrir a una amante. Así al menos lo mantiene el exmarido de una empleada de Caja Madrid que cuenta con pruebas de peso: los correos que se intercambiaban tienen un alto contenido sexual.

Una 'pequeña' amistad
En su número de esta semana, Interviú explica que Rafael García-Siso fue condenado en 2014 por la Audiencia de Madrid (en un tribunal presidido por una exconsejero de Caja Madrid) por injurias a pagar 2.000 euros de multa a su exmujer, Olga de la Cruz. El exmarido había enviado un correo a De la Cruz y Blesa acusándoles de haberle engañado al mantener una relación y la clave del juicio es que tanto el jefe como la empleada negaron en el tribunal haber mantenido una relación. Blesa lo negó bajo juramento admitiendo apenas una "amistad" y "no una gran amistad".

Indiferencia ante la derrota del PP porque pensaba en ella
Pero ahora el exmarido se ha querellado contra su exmujer y el expresidente de Caja Madrid por falso testimonio y reclama que sea condenado a tres años de prisión ya que "mantuvieron una prolongada e intensa relación de adulterio". Pero el juez tiene que aceptar incorporar como prueba los correos laborales interceptados a Blesa en el marco de las investigaciones judiciales y que ha sido difundidos por la revista del Grupo Z, unos mensajes que no dejan mucho margen de duda. Así, Blesa escribía al correo laboral de De la Cruz cosas como "acabo de levantarme, llevo despierto una hora pensando en ti (...) duermo (...) sueño ligero, si te tengo al lado aprovecharé para... algo". El expresidente incluso escribía a su empleada este exultante correo el 10 de marzo de 2008, apenas un día después de que el PP fuera derrotado en las elecciones generales: "Los resultados son malos, cosa esperada, pero a ese mal tiempo le pongo yo buena cara (...) Fíjate si se me ocurren buenas ideas como el de hoy que al levantarme me he acordado de ti y después también".

Entusiasmado con su físico: "Me dedicaré a alabarlo y... disfrutarlo"
Pero hay mensajes más explícitos, como el que le mandó Blesa a De la Cruz también al correo del trabajo el 31 de marzo diciéndole a la hora a la que llegaría a La Moraleja después de una comida: "Tú serás comprensiva. Yo no me quejaré de tu físico, puedes estar tranquila (me dedicaré a alabarlo y...disfrutarlo)". Por su parte, De La Cruz enviaba mensajes a Blesa con ofertas de venta de "una islita" en Brasil en la que podrían pasar un tiempo: "No hace falta que la compres, solo uno días de vacaciones (...) los voy a necesitar". En otro mensaje le insta a que interceda por ella para cambiar de puesto en la caja y le comenta cuales son sus destinos preferidos, a lo que Blesa responde con un "tengo en marcha tu asunto, no sé lo que saldrá, pero lo vamos a intentar".

Blesa se casó en 2013 con otra antigua empleada de Caja Madrid, Gema Gámez.