Acaba de terminar la rueda de prensa de Artur Mas, y aunque suponíamos de que iba “la fiesta”, ahora ya se ha materializado una de las mayores tomaduras de pelo de la historia de España.

Se ha mofado en hora y media de todos los español@s, catalan@s incluidos. Ha dicho una cosa y la contraría no una sino cien veces, ha puesto el sistema democrático a los pies de los caballos, permitiéndose, cual dictador de opereta, usar una herramienta tan sagrada en la democracia como es el voto y la participación de los ciudadan@s en procesos de elección o consulta,  para taparse las pústulas que le está dejando la cohabitación con ERC que lo va fagocitando lentamente.

La manipulación al máximo, lo nunca visto, pasen y vean, como si fuese un espectáculo de circo barato: Artur Mas  convoca a los catalan@s y demás ( ni eso ha quedado claro) a que el 9 de Noviembre vayan a votar una consulta que no es consulta, que tampoco es referéndum, que no vincula a nada ni a nadie, que no hay control sobre el censo, y que por supuesto en un alarde de ignorancia democrática, ha recalcado varias veces, que no es obligatoria ( faltaría más, que este individuo pasase lista de quien ha ido o quien no al paripé del 9N) con el único fin de ganar tiempo a ver si a ERC se le ablanda el corazón y le hace un hueco en esa “supuesta” lista “única” ( como chirría lo de “única”) y no se quedan fuera del juego de la independencia, y pierden pie en la tarta del poder, si esa que les gusta tanto. Porque no se equivoquen aquí lo único que hay es ambición y poco más...

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