Lo que menos necesita ahora Artur Mas es un nuevo escándalo que le afecte directamente, tras el caso Pujol o las sospechas alrededor de él mismo sobre su supuesta cuenta en un paraíso fiscal. Quien le puede meter en un nuevo embrollo es su cuñado, Guillem Rakosnik, que ideó un evento Llatinoamèrica Critèrium Barcelona, celebrado en septiembre de 2013, en el que participaron destacados cargos de la Generalitat y que ha dejado una larga lista de impagos a proveedores.

El evento
Llatinoamèrica Critèrium Barcelona, que se creó con la ambición de repetir ediciones, tenía la finalidad de reforzar el diálogo entre "los dos continentes" con un ciclo de debates sobre Iberoamérica, pero ha terminado con una empresa, la organizadora, 3 Producciones Culturales, anunciando acciones judiciales porque no cobrado ni un euro de los supuestos patrocinadores que iba a tener el evento, el Ayuntamiento de Barcelona y el Banco Santander. Las jornadas contaron con la implicación de varios consejeros de la Generalitat, según desvela el diario El Triangle.

Los protagonistas
La idea del proyecto partió del cuñado de Artur Mas, Guillem Rakosnik, que convenció a una publicista del área de promoción y publicidad de la emisora de la Diputación de Barcelona, Neus Andrés, de que creara una empresa, 3 Producciones Culturales, para organizar el evento. Le propuso que contratara a una experta en relaciones públicas, para buscar patrocinadores, a Nina Gimeno, próxima al entorno de Convergència y que había trabajado con Lluís Prenafeta, uno de los hombres fuentes de Pujol. Y así se hizo.

El supuesto apoyo del alcalde de Barcelona
El cuñado de Mas y Nina Gimenole trasmitieron  a Neus Andrés que tenían el apoyo financiero del alcalde de Barcelona, Xavier Trias,

El proyecto comenzó a rodar en 2012 y el reparto de funciones era el siguiente: Neus Andrés se ocupaba de los proveedores, Rakosnik se ocupaba de garantizar el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, y Nina Gimeno aportaba los patrocinadores que financiarían las jornadas y contactaba con los participantes.

En noviembre de 2012, Nina Gimeno enseñaba a sus dos socios una carta firmada por Xavier Trias en la que el alcalde confirmaba que el Ayuntamiento de Barcelona “se implicará” en las jornadas y que, por eso, había pedido al director de Relaciones Internacionales y Cooperación, Joaquim Llimona, que fuera “el interlocutor” para todo lo que les hiciera falta.

La promesa de una subvención 
En un supuesto correo electrónico, fechado el 9 de septiembre de 2013, Roger Mestre, jefe de gabinete del regidor de Presidencia y Territorio, el convergente Jordi Martí Galbis, le comunicaba a Nina Gimeno que habría una subvención directa de 30.000 euros y que sería abona en el plazo de unos diez días. Un ingreso que nunca se efectuó.

Patrocinio del Santander
Además de la implicación del Ayuntamiento de Barcelona, Nina Gimeno aseguró que había cerrado un acuerdo con el Banco Santander que aportaría 100.000 euros en concepto de patrocinio por estas jornadas. Es por esto que en los banderines, letreros y material impreso que se distribuyó en los actos del Critèrium, por todas partes aparecía el nombre y el logotipo del Santander. Sin embargo, este dinero tampoco llegó nunca.

Altos cargos de la Generalitat se implicaron
Según la información del citado diario, habrían estado implicados en las jornadas los consejeros de la Generalitat, de Interior, Felip Puig, de Cultura, Ferran Mascarell, que inauguró el acto con un discurso seguida de una cena en el Teatro Nacional de Catalunya. No fueron los únicos cargos públicos, también participaron el entonces director general de los Mossos d'Esquadra, Manel Prat; el jefe de la Guardia Urbana de Barcelona, Evelio Vázquez; o el director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso.

Otros cargos públicos también acudieron
Entre los participantes de las jornadas destaca un buen número de cargos municipales empezando por el primer teniente de alcalde de Barcelona, Joaquim Forn; el regidor Jordi Martí Galbis -que hizo un discurso político- y el director de Relaciones Internacionales y Cooperación, Joaquim Llimona, que era la persona supuestamente designada por el alcalde Trias como “el interlocutor” por parte del Ayuntamiento de Barcelona con la empresa organizadora 3 Producciones Culturales.

Las jornadas tuvieron lugar en los escenarios del Teatro Nacional de Catalunya, en el Museo de Historia de la Ciudad o en la Casa Fuster.