La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, demostró que si pretenden que se marche por ‘su propio pie’ lo llevan ‘crudo’. La “imputadísima” dirigente popular respondió este martes a las fuerzas de la oposición que le exigían la dimisión con una chulería descarnada. Muy serena, Castedo se dirigió a la edil socialista Loles Fernández, que la había criticado, en términos taurinos: "No sé si usted podría ser acusada de cohecho por el reciente viaje realizado a la Rivera del Duero pagado por un empresario. Manolete, Manolete, si no sabes torear, pa' qué te metes".

Lo presunto, según Castedo
Castedo contestó a la edil del PSOE después de que el pleno del consistorio decidiese no aprobar, con los votos en contra del PP, que tiene mayoría absoluta una moción de Esquerra Unida para que el ayuntamiento renunciase al trámite de aprobación definitiva de la revisión del Plan General de Ordenación Urbanística, con el que se benefició presuntamente al empresario Enrique Ortiz.

Según la alcaldesa, en el pleno se han realizado "muchas acusaciones, presuntas", y ella ha demostrado "por activa y por pasiva" que, "efectivamente, todo era presunto".

Nuevas escuchas telefónicas vuelven a dejar en evidencia a Castedo
Pero el mismo día en que Castedo se daba el lujo de responder así a la oposición, salían a la luz nuevas escuchas que dejan en evidencia la relación íntima de la alcaldesa con el empresario Enrique Ortiz, favorecido, según los investigadores, por la dirigente popular en el PGOU.

Un sitio bien discreto para que coincidieran Castedo y Ortiz
En la conversación, fechada en 2009, a un lado de la línea, estaba un empresario al que la policía identifica como José, amigo de Sonia Castedo y su marido, Arturo Soto, conocido como Turi. Del otro lado, el empresario Enrique Ortiz. Ambos hablan sobre la celebración del 39 cumpleaños de la alcaldesa de Alicante.

“Si ves que hay pegas de que puede ser conflictivo no voy”, dice Enrique Ortiz. “No, no, es que si es conflictivo no lo vamos a hacer, si es que queremos estar lo íntimos. O sea, es que no … esto lo vamos a hacer los íntimos. No es… me entiendes?”, le contesta José.

“Van a intentar que lo abran para nosotros y estemos en un sitio donde no haya nadie más”, insiste José, lo que satisface a Enrique Ortiz, que contesta: “Súper discreto que nadie se entere ni quien va ni quien no va”.

No era por las adjudicaciones, sino porque Ortiz viste como Lady Gaga
El Intermedio recogió la conversación, que dio pie a Wyoming a ironizar con la preocupación de los interlocutores por buscar la máxima discreción: “Hay dos posibles razones; una, la menos probable, Sonia Castedo quería evitar que le vieran en lugar público con Enrique Ortiz porque es un empresario que suele llevarse concesiones municipales. Dos, la más probable: Sonia Castedo quería evitar que le vieran en lugar público con Enrique Ortiz porque acostumbra a ir a las fiestas peor vestido que Lady Gaga”. Puede verlo en este enlace de El Intermedio, a partir del minuto 0:45.