“No le han dejado otro camino”, comentaba un alto cargo de la Generalitat valenciana en un almuerzo en Manises tras el anuncio realizado por Fabra de bajar impuestos. “Lo peor de la crisis ya ha pasado, y ya es el momento de empezar a crear riqueza y empleo”. La realidad es muy otra. En Valencia no hay sensación social de final de ciclo, Montoro sigue sin recibir a nadie para hablar de inversión pública o de financiación en la Comunitat y los datos de paro son de los peores de España.

Debate de Política General
El martes Fabra, igual que hizo el año pasado, se sacará de la chistera una importante bajada de impuestos muy importantes en la Comunidad que sean capaces de generar riqueza y empleo. A diferencia del año pasado, esta vez va en serio. El absoluto inmovilismo del Gobierno le ha llevado a tomar estas medidas encaminadas a potenciar ayuntamientos y sus ingresos. Depende del Consell y se aprobará. Es una de las pocas armas que le quedan al President para intentar garantizar un puñado de votos que se están marchando.

Contra el criterio de Hacienda
Mientras tanto, Cristóbal Montoro afirma que Valencia tiene margen para seguir recortando en las materias en las que tienen competencia exclusiva, sanidad y educación. Esta vez Fabra no los quiere hacer. Sabe que no puede seguir sangrando a su Comunidad mientras cada vez recibe menos de Madrid por inversión, obra pública y financiación. El año pasado el Govern se vio en la obligación de hacer un auténtico juego de malabares para justificar ante la ciudadanía los recortes de Rajoy.

Cada año peor
A Alberto Fabra no le han escuchado los dos últimos años. Con un 35% de caída en los PGE de 2012 para Valencia respecto al año anterior, el presidente de la Generalitat anunció enmiendas en el Congreso por valor de 144 millones. La iniciativa fue rechazada. El año pasado, con una bajada importante del 8%, que llegaba sobre la bajada anterior, el Govern decidió convencer a la ciudadanía con argumentos tan muy relativos, como comparar las partidas una por una con las de otra autonomías que también habían tenido descensos muy importantes.

Esperando malas noticias
Fabra sabe que el viernes Hacienda le dará otro disgusto a la Comunitat con un nulo o muy escaso incremento del dinero destinado a la región. Desde Moncloa, no hay ningún interés de forzar la máquina económica en momentos de profunda crisis, para que se apunte el tanto alguien que no va a seguir. Sin embargo, la última semana soplan nuevos vientos para El Consell. Entre las condiciones que le impuso a Rajoy Rita Barberá para ponerse al frente de las listas de la Comunitat en mayo, estaba la revisión de la financiación, y un importante incremento de inversión pública por parte del Estado. Lo malo es que, de ser, será para Barberá el año que viene.