Yo cursé el último curso del BUP en 1981 (el infame teniente coronel Tejero y sus compinches nos “salvaron” de un examen de lengua) y ya por entonces algún despistado nos intentaba desanimar de seguir con el COU (Curso de Orientación Universitaria) porque “la universidad es una fábrica de parados”. En el último par de años he ido a varios institutos de educación secundaria a hablar de economía, y ha sido una experiencia muy interesante. Nuestros jóvenes ya no están preocupados (o no tanto) por los motivos de la crisis. Ahora la pregunta es ¿sirve para algo estudiar? ¿Para qué hacer el esfuerzo, si total cuando acabe estaré parado igual?

En esencia la contestación adecuada es la que da mi hijo de 14 años cuando escucha esa barbaridad u otra parecida: “Lo que seguro que no sirve de nada es NO estudiar”. Según el nuevo informe de la OCDE Panorama de la educación la tasa de paro de los graduados universitarios en 2013 no llegaba al 15%, la de las personas con ciclos formativos de grado superior alrededor del 22%, la tasa de paro de las personas que solamente han alcanzado la educación obligatoria era más del 30% (y las diferencias han sido parecidas desde el año 1977 fuente IVIE). Si miramos otros indicadores como la probabilidad de tener un contrato temporal vemos que cuanto más educado hay menos probabilidad de tener un contrato temporal (sí, a pesar de las bromas sobre becarios, los universitarios son menos precarios). Y además los salarios son más altos cuanto mayor es el nivel de educación, del orden de un 40% más para los graduados que los que tienen bachillerato y casi otro 20% más entre bachillerato y secundaria obligatoria.

¿Quiere decir esto que todo está bien? Ni mucho menos. España tiene el mayor número de universitarios de Europa “desajustados”, esto es, que ocupan un trabajo para el que no se requiere su nivel de estudios. También es cierto que el premio salarial a los estudios universitarios es menor que en otros países, y parte del motivo es que hay muchos universitarios precarios (aunque como decíamos menos que para otros niveles de estudios) y los precarios ganan sustancialmente menos.

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