Crecimiento de un 0,8%
Las nuevas previsiones de la OCDE se han difundido este lunes y ha rebajado en cuatro décimas las previsiones que había realizado el pasado mes de mayo para la eurozona, a la que otorga un pírrico crecimiento del 0,8% para este año, lo que significa que la economía está en punto muerto y a un paso de una nueva recesión (decrecimiento o porcentajes negativos). También ha rebajado la previsión para el año que viene del 1,7 al 1,1%.
La OCDE rebaja considerablemente las previsiones de crecimiento de la economía alemana, que el pasado mes de mayo le daba por encima del 2% y ahora lo deja en un 1,5%. Rebaja también para Francia y hachazo para Italia a la que rebaja un punto su previsión de crecimiento hasta dejarlo en un 0,1%.
Rebajas a los emergentes
La OCDE rebaja en cinco décimas su previsión para Estados Unidos hasta el 2,1%, rebaja también las previsiones de Canadá, Reino Unido y Japón que sigue como en los últimos 20 años, sin despegar pero sin hundirse. Mantiene la previsión para China (7,45) para este año pero no para otra gran economía emergente, Brasil, a la que rebaja de un crecimiento del 1,8% a tan solo un 0,3%.
Alarma por los países del euro
A pesar de que el crecimiento se frena y en varios países emergentes asoma el riesgo de recesión, para la OCDE la situación más preocupante en la de los países del euro. Textualmente el informe dice que el "continuado lento crecimiento" de la eurozona es el "aspecto más preocupante" del panorama económico mundial.
