¡Alucinante! Ya nadie lo duda. El FC Barcelona es el club más judicializado del mundo. Por unos u otros motivos, a lo largo de su historia la mayoría de sus integrantes (ya sean presidentes, dirigentes, jefes de seguridad, jugadores, empleados, vividores o soplones) acaban declarando en el juzgado.

En los juzgados, manda el color blaugrana
Es un hecho. ¡Que se lo pregunten a Pablo Ruz que sigue investigando los fantasmagóricos contratos que firmó el expresidente Rosell con el padre de Neymar! O al juez de Gavá que, pese a las presiones recibidas, acabará sentando en el banquillo a Leo Messi por presunto fraude fiscal. O a todos los jueces de la Audiencia de Barcelona que hace tres
años condenaron a seis años de cárcel al expresidente José Luis Núñez Clemente y otros seis a su hijo, exdirectivo, por sobornar a inspectores del Ministerio de Hacienda. Es decir, tanto en la Audiencia Nacional, en el Tribunal Supremo, como en la Fiscalía Anticorrupción, predomina, destaca y sobresale (¿por qué será?) el color azulgrana.

¡Viva el 'Moët & Chandon'!
Seguro que anoche Joan Laporta descorchó unas cuantas botellas en local favorito ‘Luz de Gas’ o en cualquier discoteca de Ibiza. ¿Qué tiene que celebrar el increíble Jan, a parte de que esta temporada su amigo Florentimo no podrá levantar seis títulos como él? Según acordó ayer la junta directiva del FC Barcelona, al no retirar la acción social de responsabilidad contra él y contra sus 16 directivos, el próximo 15 de septiembre deberá sentarse en banquillo
para declarar. Se le reclama por malversación de fondos 47,8 millones de euros. O lo que es lo mismo, caso de perder, Laporta y sus ‘coleguillas’ (así se les conoce en el Camp Nou) tendrían que abonar al club 2.860.000 euros por cabeza. Una pasta gansa. La mitad de lo que ha costado Luis Suárez.

Y Rosell, ¿cuánto pagará?
Me cuentan que Josep María Bartomeu, el presidente okupa del Barça, estaba anoche eufórico. Sueña desde hace años con ver a Laporta entre rejas y arruinado. Pues, que viva la Madre Superiora. En vez de buscar la paz social entre todos los barcelonistas (“cuando veas las barbas de tu vecino…), activando todavía más el ventilador en la cloacas del club. Ahora, si a Laporta y su junta se reclaman 48,6 millones de euros por una gestión negligente durante su mandado, ¿cuántos millones de euros tendrá que depositar en el club Sandro Rosell, y él como su vicepresidente, por las presuntas irregularidades en todos los contratos que firmaron con el Santos y el padre de Neymar?

Bartomeu puede dar lecciones
De transparencia y de no sacar al club de los juzga dos. Desde que es presidente, el Barça está judicializado, siempre bajo sospecha, en boca de todo el mundo y no para de recibir duras condenas por todas las irregularidades que cometen sus dirigentes. Por eso, ¿Bartomeu y sus actuales directivos, visto su comportamiento en los últimos años pueden dar lecciones de moralidad y de hacer las cosas bien? Los dirigentes de la FIFA, los inspectores de Hacienda y muchos jueces de nuestro país tienen la respuesta.