Era, como ahora, verano. En aquel caso empezaba la estación. Hablamos de junio del año 2003, cuando sucedió lo que ha pasado a la historia como el gran pucherazo electoral de la democracia española. Lo que desde entonces se ha conocido como 'el tamayazo'.

Un movimiento torpe de Aznar, resuleto con un 'golpe parlamentario'
El PSOE había perdido el gobierno de la Comunidad de Madrid en 1995. Y desde entonces, el PP había venido obteniendo mayorías absolutas que le permitían gobernar... Hasta ese 2003. La decisión de Aznar de 'trasladar' a Alberto Ruiz Gallardón a la alcaldía, y la aparición de Esperanza Aguirre al frente de la lista de la Comunidad, se demostraron un movimiento torpe.

En las elecciones celebradas el 25 de mayo de ese año, Aguirre no logró la mayoría absoluta, se quedó en un 46,67% de los votos, lo que significó 55 escaños; con el PSOE en el 39,99% que le dieron 47 escaños; mientras Izquierda Unida lograba un 7,68% y obtenía 9 asientos en la cámara autonómica. Es decir, un acuerdo parlamentario entre los dos partidos de izquierda, que lideraban Rafael Simancas y Fausto Fernández, les daba la mayoría necesaria para formar gobierno. Pero no sucedió así...

La campaña ya había sido, esto se supo mucho después, muy 'sucia': era la primera gran campaña en la que 'la trama Gürtel', de acuerdo a la información que ha acumulado el juez Ruz, jugó un papel de enorme peso organizando y pagando un buen número de los actos políticos de Esperanza Aguirre. Dinero, dinero...



A pesar de ello, como decimos, el PP, el único partido donde se aglutina la derecha desde su lado más ultra hasta el más centrado, perdía la Comunidad frente a los dos partidos de izquierda. Pero el resultado de las urnas no resultó suficiente... Nunca se ha aclarado por completo el asunto, pero todo indica que un entramado de intereses políticos y empresariales logró 'cambiar la fidelidad' de dos de los diputados socialistas, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez.., que dejaban en minoría a Rafael Simancas y hacían imposible el gobierno de izquierdas.

Lo que logró 'el tamayazo' en Madrid, no lo puedo evitar el PP en Galicia o Andalucía...
Esa vez el PP logró 'evitar' fuera del parlamento perder el gobierno de un territorio donde había quedado primera fuerza, pero no tenía mayoría. Pero tomaron nota de un hecho que después se concretó en dos lugares y situaciones de un peso crucial para ellos.

El primero dos años más tarde, en Galicia, lo que hasta entonces había sido un 'seguro' para el PP. El 19 de junio las elecciones autonómicas gallegas reflejaron un resultado sorprendente: el PP perdía 4 escaños, y se quedaba en unos insuficientes 37, ya que el ascenso de los socialistas del PSdG, que alcanzaban los 25 diputados, sumados a los 13 del Bloque Nacionalista Galego, daban a la izquierda una mayoría de progreso frente a la formación de la derecha.

Más recientemente aún, en las últimas elecciones andaluzas de 2012, la frustración del PP alcanzó una nueva cota. Por primera vez en la historia de la democracia lograba adelantar al PSOE en esta comunidad autónoma, ya que obtenía 50 escaños frente a los 47 de los socialistas, pero aún así, lejos de la mayoría absoluta que había creído poder alcanzar. Los 12 diputados de Izquierda Unida, sumadas a los del PSOE, permitían un gobierno bipartito de progreso.

El PP quiere aprovecharse de que aglutina a toda la derecha, de ultras a centristas
Pero lo que realmente ha puesto 'en marcha' a 'los populares', aunque siguen acumulando en sus filas todo el voto de la derecha española, desde los sectores más ultraconservadores hasta los más 'civilizados', fueron los resultados de las elecciones europeas. Unos resultados desastrosos que vienen repitiendo los continuos sondeos electorales posteriores, y que muestran que el enorme poder municipal y autonómico que atesora en estos momentos el PP, podría verse muy resquebrajado....

Sitios emblemáticos y clave para el PP, como Valencia o Madrid, podrían caer en manos de gobiernos surgidos de acuerdos de las diferentes fuerzas de izquierda. Algo que parece que, quizás no sólo Moncloa, sino también otras fuerzas fácticas, no están dispuestas a permitir gratuitamente.

Un tamayazo generalizado parece en estos momentos imposible. Incluso para un equipo tan 'imaginativo' como el que rodea a Rajoy en Moncloa. Y así, como de ningún sitio, apareció la 'idea' de Rajoy: el cambio por urgencia y, parece, que 'manu mayoría' visto el rechazo de todos los demás grupos políticos, de la ley electoral municipal. Una ley, por lo que se va conociendo (se premiaría a las primeras fuerzas que superaran el 40% de los votos con la alcaldía) que, como refleja una información del diario El Mundo del pasado mes de julio resultaría extraordinariamente beneficiosa para los 'populares'.

En concreto, con los resultados que en estos momentos resultan previsibles aplicando los resultados de las europeas, el PP, que ahora gobierna en 34 capitales de provincia, tan sólo tendría garantizadas las alcaldías de Ceuta y Melilla. El miedo a un escenario semejante ha alimentado las prisas por el cambio en Rajoy y su 'entorno pensante'. Y es que las 'nuevas reglas del juego', insistimos, con la ventaja que le da al PP aglutinar todo el voto de la derecha desde el centro hasta los sectores cavernarios, no sólo le permitirían mantener su poder municipal y autonómico actual, sino aún aumentarlo, pasando a controlar quizás hasta 40 capitales.

Un movimiento que evitaría tener que repetir el viejo 'experimento' de Madrid en 2003. Que sería como el tamayazo.., pero con efecto preventivo y generalizado.

Francisco Medina, director adjunto de ELPLURAL.COM, en Twitter es @ffmedina3