Podría decirse que son pioneros en esto de las startups y en el mundo de las aplicaciones, no en vano, llevan desde hace más de una década trasteando con las nuevas tecnologías aplicadas a los dispositivos móviles. Empezaron por los juegos con tecnología Java, para pasar a crear una plataforma generadora de apps a disposición de cualquier persona.
Son los fundadores de Mobincube, una solución interesante de la que han surgido en poco más de un año más de 20.000 aplicaciones, de las que 2.000 están alojadas en los principales mercados de los tres sistemas operativos imperantes (IOS, Android, Windows Phone) que generan 100.000 descargas al día. La cosa parece que funciona y acaban de abrir una delegación de la startup en la meca del sector, en Silicon Valley. Fernando Marzal es CEO y fundador de la compañía.
¿Qué es Mobincube?
Es una plataforma web que permite crear aplicaciones para Smartphones IOS, Windows Phone y Android sin necesidad de tener conocimientos de programación. Las apps que se creen pueden ser de cualquier temática, con los contenidos que uno quiera según las necesidades del usuario. No hablamos de aplicaciones solo para pymes o solo para particulares, sino para todo el mundo.
Cómo fueron los inicios de la startup ¿Por qué la creáis, por qué esta idea?
Los socios fundadores venimos del mundo de los móviles. Por una parte Ignacio Roda y yo llevamos en una experiencia relacionada con el desarrollo de juegos para móviles desde 2003. Conforme avanzábamos en esto comprobamos que podía ir a más, ya que algunos clientes empezaron a pedirnos aplicaciones para guías turísticas, por ejemplo, o para comercios que quieren promocionar algún producto. Esto era en 2007.
Pero en aquellos tiempos ¿ya había apps?
Sí las había pero solo las conocíamos nosotros. De hecho la primera acción comercial era casi explicar el propio concepto de aplicación al cliente. Es verdad que ya había apps pero muy pocos estábamos en este mercado.
Entonces sois pioneros en esto de las aplicaciones en España
Podríamos decir que sí porque muy pocos estábamos en este mercado entonces.
Y cómo es la evolución. Cuál era vuestra forma de trabajar como desarrolladores desde aquellos años hasta ahora, hasta llegar a Mobincube
En aquellos tiempos solo había Java, con todo lo que conlleva. La aparición de los sistemas operativos, por ejemplo IPhone, empiezan a cambiar las cosas y aumenta un poco la demanda. Sin embargo, también nos damos cuenta de que desarrollar aplicaciones tiene un coste muy alto porque suponía programar para 20 dispositivos en Java, que aunque la teoría decía que tenía un único código, la realidad era muy distinta, y a esto añádele la salida de IPhone, etc. Es decir, desarrollar para diferentes terminales incrementaba mucho el coste y el cliente te pedía rapidez en la creación y poco coste. Todo esto nos llevó a idear una plataforma que automatizara el proceso de la aplicación, de alguna manera ahí está la génesis de Mobincube.
En esta sección, colegas ‘estartaperos’ han comentado diferentes dificultades en esos orígenes: financiación, composición de la empresa, etc. Cuáles fueron las más importantes de Mobincube
El primero, como te comentaba, tiene que ver con entrar en un mercado que está empezando. Tenías que explicar qué era una app y generar la demanda al cliente y eso es muy complicado. Al principio como no tenías financiación, para poder seguir avanzando tenías que vender el propio proyecto, en un mundo poco conocido. Era muy difícil hallar a grandes clientes. Y claro, la financiación fue el segundo de los grandes problemas unido claramente al anterior. Imagínate que en 2008, cuando empezamos de verdad, era el año del inicio de la crisis, así que fue complicado. En aquellos tiempos sí logramos algo de dinero público al que accedimos después de la típica financiación familiar hasta que, el año pasado, sí logramos financiación a través de capital riesgo, y esto es lo que nos ha permitido lanzar el producto, ir a EEUU, etc.
Y en todo ese proceso repleto de dificultades económicas ¿Por qué no acudisteis a aceleradoras o incubadoras?
Lo cierto es que cuando empezó de verdad Mobincube todo este mundo de las startups y esas posibles fuentes de financiación o no existían o estaban muy verdes. No había ni de lejos la oferta que hay ahora. Tampoco sé si hubiésemos entrado en ese tipo de iniciativas. Decidimos que no y así lo mantuvimos.
Cómo va ahora el negocio. Parece que empieza a funcionar.
Nosotros hemos estado desarrollando el proyecto desde 2008, es decir, hasta 2012 en que lanzamos las primeras pruebas, pasaron cuatro años casi de travesía por el desierto. A partir de ahí, Mobincube inició su andadura y desde entonces, finales de 2012 cuando lo abrimos al público en general, la cosa ha empezado a ir. Desde ese instante tenemos 300.000 usuarios inscritos en la plataforma, más de 20.000 apps, de las que 2.000 están en los principales mercados de aplicaciones; usuarios en 210 países, sobre todo España y EEUU, y gracias al refuerzo de la financiación lograda en 2013, desde mayo mi socio está en Estados Unidos con el fin de replicar lo que hemos hecho aquí.
El salto a EEUU parece una necesidad, es decir, aquí funcionáis pero si queréis abriros a aquel mercado es imprescindible presencia física.
El 30% de nuestros usuarios son españoles pero el 29% son americanos, así que era imprescindible acudir allí. Si no lo estás, hacer negocio desde aquí, a no ser que seas muy grande, es prácticamente imposible. Pero además si queremos crecer tenemos que estar presentes para entrar en sus dinámicas de financiación que allí es mucho más poderosa que aquí.
Mobincube pone a disposición del usuario la posibilidad de crear él mismo una app, por ejemplo, para su negocio ¿No habéis tenido conflicto con las desarrolladoras que se dedican al mercado de las aplicaciones?
En realidad no somos competencia y no diría que estén cabreados o enfadados con nosotros. Normalmente esas empresas tienen el argumento de que ellas hacen las cosas a medida, más personalizado. Y eso es verdad, pero el coste de lo que ofrecen se multiplica por 10 o por 100 en muchos casos. Más que cabreo, a la hora de hablar de nuestra plataforma, esas desarrolladoras se ponen a la defensiva. Nos atacan diciendo que nuestra solución no puede acceder a muchas cosas. Pero la realidad es distinta porque, solo a modo de ejemplo, cuando IPhone introduce un cambio ellos tienen que reprogramarlo todo y nosotros con darle a un botón lo tenemos solucionado.
Y si vosotros ofrecéis el producto de manera gratuita ¿Dónde está el negocio?
Nuestro modelo de negocio es Freemium, es decir, una parte gratuita y otra de pago. Nuestro objetivo es que los clientes/usuarios ganen dinero. En la parte free permitimos que se creen aplicaciones de forma ilimitada con publicidad, de manera que de esa publicidad ellos se quedan con el 70% y nosotros con el 30% restante, porque al fin y al cabo ese es nuestro ingreso, además el proceso es muy rápido porque se inicia desde el instante en que se publica la aplicación. Por otra parte está la parte de pago, en cuyo caso no hay publicidad y pueden empezar a trabajar con nosotros desde 2,99 euros. Dentro de esta opción hay que mencionar a las empresas que, a través de nosotros, se dedican a ofrecer aplicaciones a sus propios clientes, que ahora mismo son una parte muy importante de Mobincube.
Supongo que las temáticas no tienen límite
Es verdad. En este momento tenemos apps de todo tipo de gente y temáticas. Se trata de un modelo de negocio desde casa. Por ejemplo, hay usuarios que han creado aplicaciones de ilusiones ópticas para enviar por WhatsApp, tenemos un cliente que ha generado un app sobre trucos de limpieza u otros cuya materia son técnicas para pasar niveles en juegos de videoconsolas.
Lleváis mucho tiempo en esto de las startups, incluso como pioneros ¿Cómo ves el mundo de este tipo de empresas de base tecnológica?
Lo primero que pondría en cuarentena es el propio término, en el sentido de que no sé dónde está el límite para autodenominarse startup o no. En cuanto a este sector, cabría que decir que el Estado nos ha penalizado mucho puesto que pagamos impuestos antes de sacar al mercado cualquier producto. En este campo estamos muy verdes como país. En segundo lugar está el tema de la formación, porque en muchas ocasiones no estamos preparados en la elección de los compañeros de viaje adecuados. Se siguen dando casos de lanzar una startup formada por personas que vienen todas del mismo sector. No tenemos formación en márketing, publicidad, parte comercial, etc, es decir, que complementen y cierren el círculo de todo el proceso. Es verdad que esto ha cambiado algo para mejor, pero yo echo de menos por ejemplo, aunque hay escuelas, una universidad del emprendimiento. Otro elemento es la falta de recursos, y sobre esto tendríamos que mirar, salvando las distancias, a países como Estados Unidos.
