Las conjeturas acerca del futuro político de Esperanza Aguirre, en otros tiempos la ‘lideresa’ y ahora la ‘regeneradora’, no cesan a pesar de que ella está retirada de la primera línea pública, o eso dice (y repiten sus aduladores).  Desde hace tiempo se especula con el paso siguiente a aquel que dio para dejar en la estacada a miles de madrileños que le dieron su apoyo. Aquella especie de ‘espantá’ le llevó a anunciar por sorpresa su renuncia a la presidencia de Madrid y el fichaje, tras paso fugaz por su plaza de funcionaria, por una empresa de cazatalentos.

Nadie entre los populares madrileños se ha atrevido a especular en público de las verdaderas razones de la salida de Aguirre. Los únicos globos sonda o cortinas de humo llegan a través de políticos de su propio partido que no congenian con ella o que directamente se han visto obligados a ‘emigrar’ desde su Madrid (el de la lideresa) a otras regiones. Un caso paradigmático esl Castilla-La Mancha, donde tienen gobierna otra ex responsable de Aguirre (con la que no se toma cafés). En esos lares sí hacen cábalas sobre el futuro de la ‘lideresa’.

Lo del Ayuntamiento siempre ha estado ahí. Ha sido una constante que, en parte, se cerró con la jugada maestra de Gallardón (primer signo de su abandono de la ‘progresía’) de situar a Botella en la Real Casa de Correos por obra y gracia del Divino Dedo.

Ahora vuelve a hablarse del regreso de Esperanza Aguirre a su Madrid. Tras el ‘inesperado’ fiasco de la que fue Primera Dama de este país en tiempos de Aznar al frente del principal Ayuntamiento del país, las quinielas apuntan al pleno al quince de la ya ‘regeneradora’ como cabeza de cartel.

Dicen que es la única bala que le queda al PP para tratar de mantener el feudo madrileño. Hace un tiempo se habló de esta opción y, como entonces, hay quien piensa que supondría una nueva derrota de Aguirre ante Mariano Rajoy. Al pontevedrés se le pueden achacar muchas cosas, muchísimas cosas para ser exactos, no obstante en una situación se ha movido como pez en el agua: su enfrentamiento con la expresidenta madrileña. Esta lucha de poder se remonta a hace más de una década, cuando José María Aznar posó su falange sobre el gallego. Ahí se inició la guerra.

Muchos dirán que si Aguirre accede, lo hará con una petición expresa de Rajoy (y a poder ser pública con o sin pantalla de plasma). Pero esto no sería una victoria para la reina de la propaganda y comunicación política, puesto que sus aspiraciones eran (y son) más altas.

Si la lideresa regeneradora acepta la propuesta (dato importante porque procedería del presidente del Gobierno a través de intermediarios) Mariano volvería a meterle un gol, y ya van unos cuantos. El ego de algunos políticos es más grande que su propio cuerpo. Esperanza Aguirre tiene el arrojo suficiente para enfrentarse a quien haga falta… pensando en su propio interés y un ‘yo’ grande, muy grande.

El hacer del Ayuntamiento de la capital su objetivo no creo que entre en sus planes (nunca le ha gustado ser segunda en nada). Le salió mal su estrategia de esperar a que madure el fruto para que caiga del árbol. Rajoy ha aguantado en la poltrona monclovita y ahora, con datos que sonrojarían a cualquiera, ha ganado cuotas de credibilidad entre los suyos ¿Estará dispuesta Aguirre a que madure de una vez, se caiga y alguien lo pise? A lo mejor para esto solo queda menos de un año ¿Podría esperar la recolección desde el Ayuntamiento? Probablemente sí, aunque ahora mismo en la capital (y su región) hay demasiadas cosas entre bastidores judiciales para realizar según qué maniobras ególatras.

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