Haciendo uso de su habitual tono machista, Salvador Sostres ha vuelto a denigrar a las mujeres. En esta ocasión, el columnista del diario El Mundo defiende la superioridad de los hombres sobre las mujeres en un artículo titulado “Yo soy esta alegría”.
Luz frente a pesimismo
“Somos la luz que alumbra el pesimismo. Somos ternura contra el resentimiento. Cualquier artefacto de felicidad es un invento masculino. Si fuera por nosotros todavía retozaríamos en el Paraíso, inocentes y estupendos. No os ganamos porque seamos más fuertes, sino porque estamos más contentos”, escribe Sostres en el rotativo de Unidad Editorial.
La educación de su hija
El polémico articulista llega a esta conclusión tras criticar la educación que su hija recibe por parte de su esposa: “Cuando soy yo el que salgo recibo mensajes de la más grotesca naturaleza sobre que la niña no hay manera de que se duerma, o insólitas crónicas de despertares repentinos a la una y media «con el sueño que yo tenía y lo poco que he podido dormir estos últimos días». En ninguno de los textos se me culpa directamente de nada pero son claramente acusatorios. Cosas que mi hija nunca hace cuando está conmigo acaban siendo culpa mía”.
La felicidad de los hombres
En opinión de Sostres, “un hombre es un sistema de felicidad. Un hombre aseado, responsable y libre es una proposición de alegría”. Por ello, el articulista pide que los hombres aprendan “a llevar su propia contabilidad” y “no se dejen por la propaganda enemiga”. “Ni somos culpables por ser felices ni peores padres por tener amigos y mesa segura en los buenos restaurantes. Hay una esperanza de mundo mejor que hace que avancemos y esta esperanza es siempre nuestra”, agrega.
Estilo machista
No es la primera ocasión en la que Sostres plasma sus pensamientos machistas en el diario El Mundo. Sin ir más lejos, el periódico dirigido por Casimiro García-Abadillo se vio obligado a retirar en abril de 2011 un artículo en el que Sostres justificaba la actuación de un joven que asesinó a su pareja.
Reincidente
Meses antes, Sostres ya había utilizado un lenguaje vejatorio contra las mujeres en un programa de Telemadrid al que asistían niños de varios colegios. En aquella ocasión, el tertuliano presumió de sus gustos sexuales, asegurando que le atraen las jóvenes "de 17 o 18 años" porque "no huelen a ácido úrico" y son "dulces como lionesas de nata y con carnes que rebotan".
