¿Pilar  Manjón ha ido demasiado lejos en su embestida contra Barack Obama?  En una primera lectura, sin duda sí. Sobre todo, porque su andanada  -dirigida al presidente de Estados Unidos y resaltando su negritud frente a la Casa precisamente Blanca- roza, o puede rozar, los límites del racismo.  Pero conviene tener muy en cuenta que el clamor desesperado de esta mujer de coraje admirable, que perdió a su hijo en el atentado de los terroristas  del 11-M, era desde luego una estremecedora llamada para frenar, de una vez por todos, la imparable muerte de inocentes en Gaza.

Los oprimidos
Israel es -desde hace muchos y muchos años- un Estado étnico y opresor. Los palestinos, se mire como se mire, son siempre, antes o después, los oprimidos. Cuando se habla -respecto a una situación deliberadamente injustificable, que vulnera todos los derechos  humanos- de que los palestinos también matan, debería difundirse por todo el mundo que lo que ocurre es que  los israelíes son los  poderosos. En cambio, los palestinos son los débiles.

Batalla indigna
Además, Israel tiene -desde tiempos que empiezan a ser  remotos- a un protector tan importante como Estados Unidos. Es ésta una batalla totalmente indigna.  Los niños palestinos asesinados por el ejército de Israel son muy numerosos. Eso es lo que denuncia Pilar Manjón. Los presidentes de Estados Unidos -tanto los demócratas como los republicamos no han sido capaces de romper sus vínculos con las autoridades del Estado de Israel. Por eso ha cargado contra Obama.

Idas y venidas
No ha habido ni una sola medida contundente por parte del actual Gobierno norteamericanos para doblar  a los israelíes. Idas y venidas del secretario de Estado de  EEUU, John Kerry, fueron en vano. Buenas palabras y malvados silencios. En su toma de posesión, Obama pasó  por encima y de puntillas respecto al contencioso sangriento de Israel. Pero Israel no es un país democrático, aunque sus voceros y sus protectores digan lo mismo. Con el paso del tiempo  Israel se ha convertido  en un Estado tomado de facto por la extrema derecha israelí.

Defraudados
Pilar Manjón tenía toda la razón con su desgarro por los niños palestinos. Muchas voces como la suya deberían oírse. Se equivocó, no obstante, atacando a Obama por su color negro y también por señalar a la mujer del presidente como si fuera una puta.  Sea como fuere, Obama nos ha defraudado a todos. Y mientras, Pilar, continúa siendo una madre coraje.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
En Twitter es @enricsopena