Pedro Zerolo en el Congreso Extraordinario del PSOE. Flickr



Pedro Zerolo está de vuelta. El concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid, famoso por su activismo social y por su lucha a favor de los derechos LGTB, volverá a ser Secretario de Movimientos Sociales en la Ejecutiva del nuevo PSOE. Una cartera que ya ocupó durante ocho años con José Luis Rodríguez Zapatero y que en el Congreso de Sevilla que nombró a Alfredo Pérez Rubalcaba como líder dejó de existir.

Su nombramiento durante el Congreso fue el más ovacionado. ¿Qué supone volver así?
Para mí es un orgullo. Yo creo que es una apuesta valiente del nuevo secretario general, que pone de manifiesto de la necesidad de la conexión del parrido con los movimientos sociales, en el cual hay una enorme efervescencia política, determinado por los movimientos sociales y por lo que pasa en la calle. Mi labor va a ser la que he venido desarrollando durante toda mi vida, llevar la voz de la calle a la Ejecutiva Federal.



De hecho, vivimos en un momento en que “la calle” vuelve con fuerza al discurso político. ¿La Secretaría de Movimientos Sociales supone ahora un gran reto?

Hay que ser conscientes de que vivimos un momento político importante, con esa efervescencia de la que hablaba. Y bienvenida sea esta efervescencia y este momento porque nos ayudará a poner en hora nuestro país. Tenemos que forjar nuevo pacto que garantice estabilidad social y justicia social por otros tantos años.

Es la misma cartera que ocupó cuando Zapatero llegó a liderar el PSOE, ¿eso es un buen presagio o una vuelta al pasado, como critica ABC?

Yo creo que no es ninguna vuelta al pasado, es una carga de emoción. La política es emoción, ilusión, utopía, y sobre la construcción de los ideales que en este caso iluminan a la izquierda. Hay que apostar por la justicia social, por las personas, por la solidaridad entre los pueblos. Es la vuelta del partido socialista, no del zapaterismo, es la vuelta del PSOE y de la izquierda que puede gobernar. Y eso lo sabe la inmensa mayoría ciudadanía.

Durante los dos últimos años, esta Secretaría ha estado suprimida. ¿Ha perdido un tiempo precioso el PSOE?

En este momento hay que mirar para adelante, ser corresponsables del momento, el PSOE se ha puesto en pie y a pie de calle. Y además ha tomado nota de cuanto se le ha dicho durante estos años, a través de unos resultados electorales que han sido muy duros para el PSOE. Lo que llega ahora es una apuesta por la renovación, pero me gustaría que no se pasara página tan rápido. Es la primera vez que se elige al secretario general con el proceso de un militante, un voto. Algo que representa un antes y un después y que supone una carga de déficit  democrático para todos los partidos que no lo hagan a partir de ahora. Esta fue una apuesta que se lideró desde el PSM, que actualmente está marcando tendencia en el PSOE, pero era un sentir ciudadano, de que las organizaciones políticas, y las sindicales y ciudadanas, sean más transversales y se abran a la participación en la elección de su dirigencia, para que se parezca más a la base.