Está siendo mala esta semana para 'el santuario' del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Sus ídolos, los políticos de los que se declaró en su momento ciego partidario, están entrando uno a uno en la cárcel. Primero fue el caso de Jaume Matas. Este miércoles ha sido el turno de Carlos Fabra.

El presidente a imitar, Matas
A Jaume Matas, después de que el viernes el propio Rajoy y su ejecutivo le negaran el indulto, la Audiencia Provincial de Palma le ratificaba esta mañana la negativa a sus dos últimos intentos de escapar de la cárcel, uno pidiendo que se le conmutara la pena de prisión por otro de naturaleza diferente", y un segundo pidiendo que se suspendiera el ingreso hasta que el Constitucional dictaminara sobre su recurso de amparo contra la sentencia.

Rajoy en Castellón en julio de 2008, junto a los ahora diputados, e imputados, Ricardo Costa y Vicente Rambla, al condenado Carlos Fabra, al investigado por el caso Nóos, Francisco Camps, y el sucesor de Fabra, Javier Moliner, el diputado Manuel Altava, Juan José Monzonís (primero a la izquierda), entonces presidente de la autoridad portuaria a punto de sentarse en el banquillo y Jorge Moragas, jefe del Gabinete actual de Rajoy



Matas tendrá que entrar en la cárcel antes de que acabe el mes. Primer disgusto, sin duda, para Rajoy, quien ciego de entrega dijo en noviembre de 2004 del entonces presidente balear que "es un presidente serio" que dirige un Ejecutivo "mucho mejor que el Gobierno de España".

Halagos, antes de decir la frase que más les ha unido en los medios. Esa por la que Rajoy, entonces líder de la oposición, anunció que "vamos a intentar hacer en España lo que Jaume y todos vosotros hicisteis en Baleares". Aún no habían estallado ni el escándalo Gürtel, ni se conocían 'los papeles Bárcenas'.

Y para completar el 'desastre' en el altar de Rajoy, ahora el Supremo, como les hemos informado, ha ratificado que Carlos Fabra debe también ingresar en prisión, al ratificar su condena de cuatro años.

Un reo para dos presidentes
En este caso, el político que dirigía el PP en Castellón, había acumulado gran poder en el PP nacional desde que comenzó a 'organizar' los veraneos de José María Aznar y familia en Les Playetes, donde le lograba el chalet de José Soriano, presidente de Porcelanosa, en Les Playetes.

Pero cuando se hizo pública la devoción de Rajoy por él fue en 2008, cuando Fabra ya estaba imputado por varios delitos contra la Administración y la Hacienda pública. Entonces, durante una visita a Castellón,  Rajoy respondió a los periodistas que le preguntaron si debía dimitir por estas acusaciones que Fabra era "un ciudadano político y ejemplar", no sólo para el PP, "sino también para los ciudadanos de Castellón".

Una entrega tan grande que en 2010 Rajoy volvió sobre el asunto y no dudó en declarar que Fabra es “una persona de gran experiencia política”, que “siempre ha contado con el apoyo de su partido, de los ciudadanos y seguro que no defraudará ni a uno ni a otros”.

Claro, que en este caso Rajoy no estaba solo. También Alberto Fabra tenía en su santoral a su 'protector'. Siendo alcalde de Castellón, el actual presidente de la Generalitat no se ruborizó al declarar en una cena homenaje que Carlos Fabra era "un rey muy querido y muy temido por sus adversarios…un monarca, que “no ha tenido a un Juan sin Tierra” que “lo mueva del trono”.