En las páginas de este blog hay dos artículos dedicados a Esperanza Aguirre. El primero: "Camorristas y pendencieros", escrito el 27 de septiembre del 2011. Un texto que versó sobre las declaraciones de la "exjefa madrileña" acerca del movimiento 15-M en la víspera de la "acampada Sol". Desde la crítica denuncié los insultos – infundados – por doña Espe a los "indignados de Hessel"; jóvenes y no tan jóvenes que, haciendo uso del derecho a manifestación – reconocido por la Constitución – , expresaban su descontento civil contra las miserias institucionales de su país. El segundo artículo: "Adiós Esperanza, adiós", escrito el 18 de septiembre del 2012. Artículo que le dediqué a la señora Aguirre cuando cambió la presidencia de Madrid por un puesto en una empresa de "caza talentos". En aquel post realice una sátira mordaz acerca al periplo político de Aguirre. La comparé, verdad de las grandes, con Margaret Thatcher por su defensa al ultranza del mercado en detrimento del Estado y, la puse a parir – valga la expresión - por sus meteduras de pata cuando fue ministra de educación en los tiempos de Aznar.

La señora Aguirre, a pesar de su renuncia como presidenta de su comunidad, sigue moviendo los hilos del poder desde el cargo que ostenta en el Pepé de Madrid. Tanto es así, que esta mujer de las tripas peperas desempeña una vasta labor intelectual y mediática al servicio de su partido: escribe a menudo páginas para la Tercera de ABC; hace manifestaciones polémicas sobre la política de Rajoy y, por si fuera poco, se da a la fuga para no ser multada, tras aparcar en un carril bus en plena Gran Vía madrileña. Así las cosas, en los últimos días, esta señora ha vuelto a los ataques e insultos "barriobajeros" contra compañeros políticos de signo diferente, en este caso Podemos. Si antes eran los "camorristas y pendencieros" del 15-M, denunciados en el párrafo de arriba, los que indignaban a doña Espe, ahora son "los terroristas de Pablo Iglesias", los que la sacan de quicio. Tanto le molesta, la organización de Podemos, que los ha acusado de financiación ilegal; de tratar con dictaduras bolivarianas y de hacer propuestas populistas. Los acusa, doña Aguirre, desde las trincheras del Pepé.  Las mismas trincheras que tienen a su extesorero – el señor Bárcenas – entre rejas por una supuesta caja B; las mismas garitas que hacen negocios armamentísticos con dictaduras orientales y, las mismas trincheras – y perdonen por tanta redundancia – que están en los ojos de jueces y tribunales por la trama Gürtel.

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