Hay un dato que puede resumir perfectamente 'el compromiso' del Gobierno de Mariano Rajoy con RTVE: desde que llegó a Moncloa ha recortado casi en un 50% el dinero que entrega a la radiotelevisión pública. En concreto, de los 540 millones que estaban contemplados en el Convenio de financiación por el servicio público, ha pasado a los actuales escasos 290. Estos números son contundentes, pero su explicación aún muestra un paisaje peor para el futuro de la Corporación.

Un déficit crónico
Dada la situación de crisis, Cristóbal Montoro, que mantiene una relación que puede ser calificada de todo menos de buena con Leopoldo González-Echenique, (como les contamos el ministro de Hacienda llegó a suspender una comparecencia en los Desayunos), encargó al presidente de RTVE que 'hiciera' la televisión y la radio, pero con menos dinero.

El paso del tiempo ha demostrado que Echenique no ha querido, no ha podido o no ha sabido... Resultado, ha cerrado cada uno de sus años al frente de la Corporación con déficits superiores a los 100 millones de euros por ejercicio. Déficit, por cierto, que se va a repetir este año.

Leopoldo González Echenique, durante una comparecencia ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE. EFE



Soraya retuerce la mano a Cristóbal
Ante esta situación económica crítica, reforzada por los malos resultados de audiencia, Echenique emitió un SOS. El escenario es tan preocupante, vino a decir a sus 'jefes' en Moncloa, básicamente a su gran valedora, su amiga la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría (Echenique es compañero de promoción como abogado del estado, e íntimo del marido de la vicepresidenta Iván Rosa), que podría verse obligado a dimitir puesto que se sucedían los años de déficit y la caída de valor patrimonial de la empresa se acercaba al que marca la ley como umbral ante el que debe dimitir todo el Consejo de Administración.

Ante esta situación, desde Moncloa retorcieron convenientemente la mano de Cristóbal Montoro, y bien que a su pesar, el ministro de Hacienda acabó por soltar los 130 millones necesarios para evitar llegar al punto de no retorno. Eso sí, con una serie de condiciones que han venido a recogerse en el llamado Plan de Eficiencia, cuyas características especificaremos más adelante.

El oxígeno que dan los amigos de Echenique tiene fecha de caducidad
El PP no ha diseñado, sin embargo, una solución definitiva para RTVE. Básicamente porque no sabe qué quiere hacer con ella. Ahora lo que sino que le interesa es ganar tiempo para llegar hasta las elecciones de finales del año próximo. 2016, en ese sentido, si volviera a vencer el Gobierno del PP, se puede convertir en el año del desastre para TVE.

Echenique firmó hace sólo unos meses un convenio que, a cambio de importantes recortes salariales, congelaba la plantilla hasta finales de 2015. En esas fechas se juntará por tanto todo: se llegará muy posiblemente a enero de 2016 con una televisión sin convenio, en situación económica comatosa...

Un gobierno del PP podría 'verse obligado' ante esa situación a 'remodelar' la televisión pública 'definitivamente'. En realidad, lo que sotto voce siempre reconocieron los miembros de la cúpula del poder del PP que querían hacer... Redimensionarla y, definitivamente, y convertir la pública en una televisión cuasi 'testimonial', de audiencias muy minoritarias.

Un plan de eficiencia pensado para llegar a la orilla.., aún sea muertos
El Plan de eficiencia, como decíamos, se vota esta semana. En concreto en una reunión del Consejo de Administración que tendrá lugar el jueves. La aprobación del plan que vamos a exponerles está asegurado, porque el PP tiene una mayoría que además reforzará el voto del consejero representante de CiU, con la oposición mínima que suponen el consejero del PSOE y la consejera de IU.

Hay que recordar que este consejo de Administración fue 'diseñado' por Soraya Sáenz de Santamaría, que lo redujo y sacó de él a los representantes de los sindicatos cuando modificó la ley del gobierno socialista que exigía que el presidente de RTVE fuera de consenso, y contara con dos tercios de apoyo en el Congreso de los Diputados.

El plan de ajuste, que quiere ahorrar otros 50 millones más este año, cosa que aún de lograrse no evitaría por cierto que nuevamente este año se cerrara en RTVE con déficit, es sólo un parche más para llegar, como decimos, a finales de 2015, a las elecciones, y para evitarse el escándalo de la dimisión en pleno del Consejo, presidente incluido, y la entrada de la RTVE directamente en la UVI.

El Gobierno quiere llegar como sea con 'su equipo', Somoano y Echenique, hasta las generales de 2015... Después llegará el momento del hacha. Foto EFE



Tres pasos a ningún sitio
Se trata de un plan que se basa en tres grandes medidas:

1-Reducir los gastos de servicios. Básicamente restringir aún más los gastos en transportes y la revisión de los contratos con grandes empresas: teléfono, energía...

2- Reducir la estructura. Ya se ha aprobado la desaparición de Teledeporte y su fusión con La 2, lo que cree la dirección de RTVE que les supondrá un ahorro de 16 millones. Un movimiento que ha tenido una fuerte contestación dentro y fuera de la casa por lo que significa. De hecho en Change.org se ha abierto una cuenta contra este movimiento.

El temor de los trabajadores de RTVE es que en realidad esta 'fusión' de los dos canales no sea sino el principio del cierre de la empresa 'por partes'. Se temen que posteriormente se producirán cierres y 'fusiones' de otros canales de la televisión y de emisoras de RNE.

3- Recorte de gastos de personal. Lo que se quiere con este capítulo es terminar contratos externos, como los de sustitución en caso de enfermedades, embarazos..., pero además se producirán también recortes en complementos de disponibilidad, responsabilidad así como en sueldos de mandos orgánicos... Igualmente se quiere producir un retoque de reducción del 5% de directivos.

El plan está recibiendo una fuerte contestación por parte de los sindicatos, que ya han enseñado las uñas con una fallida convocatoria de huelga que amenaza repetirse. Mientras al fondo, vuelve a escucharse la palabra ERE, que de momento se está comenzado a plasmar en una nueva campaña de bajas incentivadas para mayores de 60 años, así como para bajas voluntarias...