Benjamin B. Ferencz (d), uno de los fiscales de los juicios de Nuremberg, y el exjuez Baltasar Garzón (i), a su llegada a la inauguración hoy del I Congreso de Jurisdicción Universal en el Siglo XXI, organizado en Madrid por la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR). EFE



La asociación de juristas europeos MEDEL que aúna a 15.000 jueces y fiscales de 17 asociaciones de toda Europa ha expresado su "profundo pesar" por la decisión del Gobierno de no indultar al juez Baltasar Garzón. Critican además que se haya mezclado esta negativa de indulto para el magistrado, con el rechazo a la medida de gracia para otros sentenciados afirmando que "no tiene explicación política posible y puede dar un mensaje equívoco en la lucha contra la corrupción, equiparando a quienes la persiguen con quienes las provocan”.

Para Medel los términos en los que se ha expresado el Gobierno en la tramitación y negativa a esta medida de perdón, son vejatorios y consideran además una humillación  no casual ni irrelevante de que se anunciara la denegación del indulto a la vez que también se rechazaba la medida de gracia para el expresidente balear Jaume Matas, el exalcalde de Marbella Julián Muñoz y el torero José Ortega Cano.

Junto a corruptos incontinentes
“Tras una inexplicable dilación, la denegación del indulto finalmente se ha formulado y publicado junto con otras denegaciones de indulto a otros personajes famosos por su corrupción incontinente o por su etilismo irresponsable", denuncia MEDEL.

Mensaje equívoco
Añaden: “Como si el señor Garzón, con todos ellos, formara parte de un indiscriminado conjunto merecedor de reproche social”. Manifiestan su profundo pesar y consideran que la decisión del Gobierno “no tiene explicación política posible y puede dar un mensaje equívoco en la lucha contra la corrupción, equiparando a quienes las persiguen con quienes las provocan".

Pena desproporcionada y excepcional
La intención de MEDEL al solicitar el indulto para Baltasar Garzón no era la de "formular objeción alguna a la sentencia que lo condenó, sino que lo que deseaban era “atajar la efectividad de la pena, cuya severidad, desproporcionada y excepcional, pesa sobre el magistrado”.