Como la lotería de Navidad, como el reproche de tu suegra, como las tonterías de Esperanza Aguirre… Llega con la periodicidad esperada las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional al mundo mundial. En este informe tenemos importantes “novedades”: piden a Europa reducir el salario mínimo, reducir la fiscalidad a los empresa… digo al empleo y “reformar” los subsidios de desempleo. Aquí no voy a valorar las propuestas de nuestros amigos.

En cambio sí que vamos a conocer las tortuosas condiciones de trabajo a las que se ven sometidas los empleados del Fondo Monetario Internacional. Nada que cualquiera no puede ver en su propia web. Ser “funcionario” del FMI es trabajar en condiciones de semiesclavitud. Más allá de las hazañas de la muy socialista Legarde, quien nada más llegar al cargo se subió un 11% el sueldo hasta superar la modesta cifra de los 380.000 euros anuales, por supuesto exentos de impuestos en Francia, la categoría mínima como empleado (A01) teóricamente se mueve en un rango de los 28.570 y los 42.850 dólares dependiendo de los variables. Y digo “teóricamente” porque atendiendo a la escala salarialdel organismo, no parece que esa categoría esté asignada a ningún trabajador. Por lo que parece el pardillo que lleva los cafés (beginning secretarial) no baja de los 35.810 dólares. Igual que su jefa los empleados están prácticamente exentos de impuestos. También tienen pluses por estar casados o tener hijos. Suelen tener subidas salariales muy por encima de la inflación y también dependen de la evaluación de sus superiores. Pero por lo que se dice lo raro es que a alguno lo evalúen mal, hasta el punto de que 9 de cada 10 superan el periodo de prueba inicial en la institución.

Pero en sí mismo el salario es de lo peor de las condiciones de un trabajador del FMI, no en vano es gente muy preparada todo sea dicho. Seguramente muchos ganarían más dinero si trabajaran en otro lugar, excepto si lo hicieran en los países a los que hacen sus recomendaciones. Viajes donde viajes tú y tu familia tenéis prácticamente todos los gastos pagados. Por supuesto te ayudan con toda la burocracia correspondiente, te buscan casa, trabajo para tu cónyuge y colegio para los niños. La casa no te la pagan, pero la mudanza sí. Por si te estresas mucho cada dos años le pagan a toda la familia el viaje de vacaciones al país de origen. Esto si viajas a una ciudad infernal como Washington DC, que si vas a otro país además te forman en el idioma y te vacunan hasta del moquillo. Cuando te marches del FMI no te preocupes, que le pagan el viaje de vuelta a toda la familia, te dan una “paguita” para que te re-insertes en tu nueva vida e incluso otra “gratificación” si has estado más de 5 años trabajando en el organismo.

Aquello sí que es “Pesadilla en la cocina”. El seguro médico tampoco es cosa baladí. Por supuesto para ti y para “todos tus compañeros”. ¡Eh! y efectivo desde un mes antes de llegar al puesto. El Plan de Beneficios Médicos (MBP) también te incluye el doloroso trámite de pasar por el dentista, ¡hasta te revisan la vista! Puedes elegir el médico que quieras. Pero si trabajas en Estados Unidos y visitas a alguno de 462.000 médicos de los 4.700 hospitales concertados te sale muy baratito (1/3 del coste total). Además tienen clínica propia que comparten con otros miembros del “precariado” internacional con son los empleados del Banco Mundial. Si tienes la desgracia de que te prejubilen a los 50, cosa que es posible, te puedes seguir beneficiando del seguro médico. Y si vienen los colegas a visitarte no te preocupes, también te ofrecen un seguro médico para ellos a un precio más que razonable.

Pincha aquí para seguir leyendo el blog No me jodas que me incomodas