¿'Mujer engañada'?
Florencia Maté Garabito es una costarricense de 46 años que se encontró con Jenaro García en la Universidad y con el que, pocos meses después, flechazo mediante, se casó. Tenían poco más de 20 años, y saltaron a Estados Unidos, a Miami. A su vuelta a España tuvieron sus dos hijos... y ella, que estudió periodismo en la Complutense, se dedicó a la comunicación. Después llegaron los tiempos de Gowex, y acompañante de la aventura empresarial con su marido, Florencia pasó a formar parte del consejo de administración y fue nombrada apoderada de otras empresas secundarias de la matriz, como Let´s Gowex, o Gowex Wireless.
Ahora, lo que queda por demostrar es cuál es la participación real de Florencia Maté en los negocios de su marido ¿Firmaba los papeles por la 'fe y el amor' que sentía por su marido?, como argumentó en su momento el abogado de la Infanta Cristina para descargarla de responsabilidades poniéndola en el rol de 'mujer engañada'.
Administradoras 'inocentes'..., o 'culpables'
En el caso de la Infanta Cristina, como se recordará, su situación delicada viene del hecho de que es copropietaria, a partes iguales, de Aizoon con Iñaki Urdangarín. Una empresa que, supuestamente, canalizaba los fondos que recaudaba su marido y con los que se pagaban, al parecer, desde inversiones inmobiliarias hasta el servicio doméstico de los duques de Palma.., 'en negro'.
Como es conocido, la imputación de Cristina de Borbón provocó grandes discusiones legales y se buscaron justificaciones tan 'peculiares' como la apuntada de su abogado: la fe y el amor que tenía por su marido. La imputación de Florencia Maté por parte del juez de la Audiencia Nacional que lleva el caso ha sido rápida y no ha encontrado aparentemente oposición ninguna ¿Quizás Pedraz tiene pruebas de que no hay en el caso Gowex esa relación de 'fe y amor'?
La infanta Cristina seguida de su abogado, Miquel Roca, a su llegada a los juzgados de Palma para declarar como imputada en el caso Nóos. EFE
Aunque puestos a encontrar paralelismos que chirrían, ninguno tan evidente como el que se producía en el mismo caso Noos, y que apuntamos en su momento en ELPLURAL.COM: la mujer del socio de Urdangarín, Diego Torres, Ana María Tejeiro, había sido imputada casi desde el primer momento, aunque su caso era prácticamente idéntico al de la infanta Cristina, a la que no acababa de imputarse.
Mujeres administradoras de empresas montadas por maridos imputados en corruptelas, como se ve, hay bastantes... ¿Son mujeres engañadas? Quizás cada caso sea diferente, pero no parece aceptable que, de entrada, valgan argumentaciones para unas que no se apliquen a otras.
