A medida que se va desmenuzando la reforma fiscal de Montoro se van descubriendo las trampas que ha hecho el Gobierno para intentar cumplir su promesa electoral de bajar los impuestos, cuando en realizad lo que se baja por un lado se sube por otro. Con un déficit del 7% y una deuda pública acercándose al 100% del Producto Interior Bruto (PIB), Bruselas no está por la labor de que España baje impuestos, cuando además es uno de los países con menos recaudación fiscal y más economía sumergida.

La venta de vivienda
Según un estudio elaborado por el despacho 'Solchaga Recio&asociados' y que publica Cinco Días, a partir del uno de enero de 2015 todo aquel que venda una vivienda tendrá que pagar un buen pellizco a Hacienda. Solo hay dos excepciones: si el dinero se utiliza para comprar otra vivienda, pero tiene que ser la vivienda habitual y no sirve una segunda vivienda, o los mayores de 65 años.

La reforma de Montoro elimina los denominados "coeficiente de actualización", la "ganancia sujeta a reducción" y el "porcentaje de reducción. Para saber exactamente cómo afectarán los cambios, Cinco Días pone un ejemplo, el de un contribuyente que compró un piso en 1976 por dos millones de las antiguas pesetas y ahora lo puede vender por 220.000 euros. Si lo vende ahora, con la Ley vigente, el dueño pagará 10.869 euros a Hacienda por la ganancia patrimonial, pero silo vende a partir del 1 de enero de 2015 tendrá que pagar la friolera de 43.995 euros, nada más y nada menos que 33.126 euros más.

Esto ocurrirá porque la reforma fiscal de Rajoy suprime la corrección por inflación que se aplicaba a la hora de vender un piso, dado que se tenía en cuenta la depreciación de la moneda que se incluyen cada año en los Presupuestos Generales del Estado.

Y las donaciones también pagarán más
En muchas familias en las que se quiere eludir un alto impuesto sobre el patrimonio o simplemente que unos padres quieren venderle un piso a un hijo y pagar menos impuestos a hacienda, recurren a la donación en vez de a la venta. Si un padre dona a un hijo una vivienda obtiene una plusvalía en función del precio al que compró la vivienda y del precio que marque el mercado en ese momento. A partir del uno de enero del año que viene, las donaciones de vivienda tributarán como ventas.

Auténtico hachazo en 2015
Con todo esto, tanto vender como donar una vivienda a partir del uno de enero de 2015 supondrá un auténtico hachazo en impuestos para el vendedor. Solo se pueden librar quienes vendan pisos adquiridos en los últimos cinco o seis años, pero también salen perdiendo porque el valor de la vivienda sigue un 40% por debajo de 2007. Si se vende una vivienda por debajo del coste, y hay que incluir los gastos de notario y los intereses pagados al banco por la hipoteca, no se obtiene beneficio alguno.