Y aquí tenemos de nuevo al hijo del Albondiguilla (Gürtel), @ArturoGVilla, usando su cutrerío contra @AnaGarridoRamos pic.twitter.com/trDBgc7o9C
— Albert #PaísValencià (@Gafas_y_reloj) julio 4, 2014
En una conversación en la red social Twitter, el hijo de Panero, Arturo González Villa, le dedicó calificativos como “loca” y “chalada”, además de acusarla de estar colocada a dedo en el Ayuntamiento de Boadilla del Monte, adonde accedió tras aprobar dos oposiciones.
“Loca”, “chalada”
“Veo que hablas igual de bien informada que siempre. Esfúmate, no molestes y no me aburras, loca”, fue uno de los tuits que escribió Arturo González Junior. “Curioso, de cómo estabas ascendida a dedo no hablas. Ahora déjame en paz, chalada. Tengo cosas que hacer. Tú no sé”, fue otro de los mensajes, que después borró ante la avalancha de menciones que recibió en apoyo de Garrido.
Denuncia ante la Guardia Civil
Sin embargo, Garrido tuvo tiempo de hacer capturas de pantalla de los mensajes ofensivos, con los que hoy ha acudido a la Guardia Civil en Villaviciosa de Odón para interponer una denuncia contra Arturo González Villa, tal y como ha podido comprobar este medio.
Epicentro Gürtel
Los problemas laborales de Ana Garrido empezaron en 2007, cuando no tragó con las prácticas del equipo municipal del exalcalde Arturo González Panero, padre de quien ahora le insulta en Internet, en el epicentro de la trama Gürtel de corrupción que ha acabado salpicando a todo el PP. Testigo de la Fiscalía en el caso, entonces empezó su viacrucis laboral.
RT El hijo del ex-alcalde de Boadilla @ArturoGVilla me llama loca, lo que hay que oir.... #Anacontragurtel pic.twitter.com/z5HVfz9jCv
— Ana Garrido Ramos (@AnaGarridoRamos) julio 4, 2014
Acoso laboral
En febrero de este año, la Justicia, en una sentencia que aún no es firme, reconoció que había sufrido “acoso laboral” por parte del equipo de gobierno, quien se había dedicado a “hostigar y menospreciar a la trabajadora”. Por ello, condenó al Ayuntamiento de Boadilla del Monte a extinguir el contrato laboral con una indemnización de 81.437 euros más otros 14.887 “por daño moral”.