Al presidente de Extremadura, José Antonio Monago, le gusta hacer las cosas a lo grande para que queden bien a la vista de todo. Si el Gobierno central anuncia subida de impuestos, él dice que los baja, aunque la bajada sea simbólica, se jacta de pactar con los de Izquierda Unida porque de lo que se trata es de subirse a todo tren que le dé un barniz progresista. Este viernes, el político popular hizo colgar de la ventana de su despacho en la sede de Presidencia en Mérida una bandera del movimiento LGTB y puso el altavoz para que corriera la noticia. Pero el tiro le ha salido por la culata: ha equivocado la enseña colgando una bandera inca, que es similar a la del arcoíris, pero con una franja de más.
Otra bandera inca en la Asamblea
Desde el Gobierno autonómico destacaron el gesto del presidente Monago, que, según explicaron quería sumarse a la celebración del Día del Orgullo Gay, que se celebra este 28 de junio. Hicieron lo mismo en el patio noble de la Asamblea, pero aquí también se equivocaron y terminaron colgando otra bandera inca, según desvela el diario Hoy.
El colectivo gay no ha advertido el error
La bandera que ondea en la Junta de Extremadura tiene siete franjas de distintos colores, mientras que la del movimiento LGTB tiene seis. La verdad es que son muy parecidas y el error ha pasado incluso inadvertido para el colectivo gay, que ha destacado el gesto del presidente autonómico. Las organizaciones Extremadura Entiende y Fundación Triángulo han considerado “muy positivo" que por primera vez la bandera arcoíris ondee en la sede de la Presidencia de la Junta.
La Junta intenta quitar hierro al asunto
Tras conocerse el error, desde el Gobierno extremeño han intentado quitarle hierro al asunto: "se trata de una bandera perfectamente homologable a la que representa al movimiento LGTB" y “lo importante es el gesto de colgar la bandera”, defienden. Lo cierto es que han conseguido el efecto buscado: se habla de ello y hasta el colectivo LGTB agradece el gesto progresista del dirigente popular.
