Alfonso Ussía. Foto 'La Razón'
Hoy, en La Razón, Alfonso Ussía asegura que el Ayuntamiento y la Generalitat ven “con buenos ojos” la idea e ironiza con que a fin de cuentas sólo se trata de “transformar el espectáculo”: el toro por la mujer adúltera apedreada. Claro que don Alfonso habría agradecido que alguien le hubiera aclarado antes de convocar a las musas de que lo de la Monumental no es más un “bulo monumental”.
El Grupo Balañá lo niega y también el alcalde
Lo ha negado de manera rotunda el Grupo Balañá, el grupo empresarial dueño de la plaza de toros, según declaraciones recogidas por El Periódico de Catalunya: “es falso que estemos negociando la transformación de la Monumental en una mezquita”. Y lo ha negado el Ayuntamiento de Barcelona. Xavier Trias ha explicado que la supuesta inversión para levantar la mezquita, 2.200 millones, según algunas publicaciones, es equivalente al presupuesto anual de todo el ayuntamiento. Otro argumento poco creíble sería la altura del minarete, 300 metros, cuando la torre central de la Sagrada Familia tendrá 172 metros, que es el máximo impuesto en la ciudad.
Maldito papel
Ussía debió ver un buen tema en lo de la mezquita y se metió de lleno en el asunto. Mala cosa que su artículo va en papel y no hay marcha atrás. “Mezquita monumental”, titula su columna de este jueves, en la contraportada de La Razón. En él asegura que tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Barcelona “ven con muy buenos ojos la inversión y acondicionamiento islamista de la que fue en su día una fundamental plaza de toros”.
El toro sufre... ¿y qué pasa con la mujer adúltera?
“El toro sufre y la mujer adúltera merece ser apedreada hasta la muerte con la mitad del cuerpo hundido en la arena. Se trata de transformar el espectáculo”, escribe Ussía para reprochar la eliminación de las corridas en la Monumental alegando la defensa del toro como una “excusa para socavar la indestructible alianza cultural con el resto de España”.
Ni bocadillos de jamón ni butifarra
Don Alfonso se lamenta de que en “la Mezquita Plaza de Toros de Barcelona” no se podrán “vender bocadillos de jamón, butifarra, fuet o salchichón de Vic”, y advertía de que no contaran con él como “asiduo orante”.