El colegio concertado de Nuestra Señora de Montserrat de Cerdanyola del Vallés ha sido condenado a indemnizar con 50.770 euros a la familia de un menor que sufrió acoso escolar de carácter homófobo, que le provocó trastorno, con ansiedad y depresión. En la sentencia se explica que el centro disponía de información para “prevenir y corregir” las agresiones, que duraron cuatro años, y no actuó.

Tenía 11 años cuando empezó el acoso
Desde septiembre de 2005, cuando tenía 11 años y estaba en quinto de primaria, a enero de 2009, el menor fue atacado y agredido por su condición homosexual en el colegio y en excursiones y salidas programadas por el centro. En una de ellas le intentaron tirar de un vehículo en marcha, mientras le gritaban “maricón, maricón”, y a la hora de comer trataron de bajarle los pantalones e introducirle un palo por el ano. En otra ocasión un alumno colgó en Internet una foto suya con amenazas de muerte e insultos. Le perseguían por la calle hasta la puerta de su casa, tirándole piedras y poniéndole zancadillas.

Pensó en el suicidio; el colegio le decía: 'ignórales'
El menor ha reconocido, en declaraciones recogidas por El Periódico de Cataluña, que se sintió “humillado” y optó por “encerrarse en casa”, víctima de una “depresión”, que casi le llevó al “suicidio”. Según ha explicado, se lo “contaba a los profesores, pero no le daban importancia. Me decían: ‘ignórales’”. La familia decidió actuar por su cuenta y solicitar un cambio de colegio.

El colegio no actuó
El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Cerdanyola del Vallés dictó una sentencia considerada pionera en la que condena al colegio a indemnizar a la familia del menor. La sentencia subraya que de los propios informes emitidos por la dirección del centro “se hace patente” que “infravaloró” el acoso sufrido por el niño y no actuó para protegerle, a pesar de las quejas de la madre.