Jordi Évole y Arcadi Espada



La Comisión de Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha 'indultado' el reportaje de Salvados en La Sexta, Operación Palace, que dirigió y presentó Jordi Évole, considerando que aquella versión inventada del 23-F "está más allá del periodismo" y que censurarlo sería "poner límites a la imaginación y la creatividad". Consideran que el reportaje-ficción -que avisó al final del mismo a los espectadores- no suponía "engañar", sino "inducir una reflexión" sobre la manipulación y sobre la conveniencia de mantener documentos en secreto.

"Nulo respeto" al periodismo
El informe de la FAPE ha hecho estallar al columnista de El Mundo Arcadi Espada quien tacha el experimento de Évole de "colección de estúpidas mentiras -fake las llaman para ennoblecerlas- sobre el 23-F", asegura que "usurpó y falsificó" el periodismo y critica a Anson, Gabilondo y Ónega por participar y "mintiendo no como hombres cualesquiera sino como periodistas acreditados". El columnista sentencia que la FAPE no respeta a la profesión periodística "en fondo y forma".

Los 'experimentos' de Espada...
Más allá de la perorata periodística-moral de Espada lo que más sorprende es que él mismo realizó hace tres años un experimento para sondear los límites de la ficción en el periodismo o en la historia. Amparado en una lejana disputa literaria con Javier Cercas lanzó un bulo contra éste desde su columna en El Mundo: deslizó que según Intereconomía TV Cercas había sido detenido en un prostíbulo de Madrid en el marco de una operación contra el proxenetismo. La operación policial había sido real pero ni Cercas tenía nada que ver ni Intereconomía había mantenido nada al respecto. Era una mentira de Espada, que se justificó diciendo que pretendía así derrotar dialécticamente a su rival. Pero al contrario que Operación Palace, Espada no avisó a los lectores, que no podían saber entonces que estaban inmersos en una rencilla personal del autor.

... que puede difamar y 'volver' cuando quiera
Espada fue justificando su proceder en varios textos posteriores, por ejemplo este en el que se jactaba de que los límites los marcaba él que puede 'ir y volver' cuando quiera: "Crucé la raya y he vuelto. Lo he hecho. Es un lugar fácil y da un poco de asco. Como un burdel. Sólo ahora comprendo de verdad los nervios permanentes de Cercas. El peso que lleva. Mal oficio". Sin embargo para Lluís Bassets, subdirector de El País, el camino no era tan fácil: "Quien esto hace [Espada] no es un mentecato, o no solo, es sobre todo un inmoral. Y lo peor es que lo que ha destruido su sentido moral y su credibilidad como periodista no es más que la vanidad".