El ex presidente de Baleares y ex ministro del PP, Jaume Matas, ha fracasado en su intento de anular el juicio en el que se le condenó por un delito de cohecho impropio. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha ratificado la validez del juicio y de la sentencia, emitida por un jurado popular, por el que se le condenaba a pagar una multa de 9.000 euros y a devolver 42.111 euros que cobró su mujer en un año con un falso contrato de trabajo en un hotel de lujo de Mallorca.

Contrato falso
El tribunal considera probado que el contrato a Maite Areal como relaciones públicas del hotel de lujo Valparaíso fue "realmente una donación" por ser la mujer del Presidente de Baleares "y no la retribución de un trabajo realizado". En el año 2.007 la mujer de Matas fue contratada por el empresario Miguel Ramis con un sueldo de 42.111 euros anuales, pero el tribunal considera probado que fue un contrato de trabajo simulado y que nunca desempeñó esas funciones.

Segunda condena por corrupción
Matas ya fue condenado a una pena de nueve meses de cárcel por un delito de tráfico de influencias en los contratos a su escritor de discursos y antiguo colaborador de El Mundo, Antonio Alemany, que también fue condenado a dos años y tres meses de cárcel. El ex presidente del PP fue condenado inicialmente a cinco años de cárcel, pero el Tribunal Supremo la rebajó a nueve meses. Matas ha pedido el indulto al Gobierno para evitar entrar en la cárcel.

Se considera un "apestado social"
Matas solicitó la anulación de su segunda condena negando que el dinero cobrado por su mujer fuera una donación o una prebenda, y que no ha quedado probado el beneficio que obtuvo con la contratación de su mujer, sin embargo el Tribunal Superior de Baleares ha rechazo tal argumentación. Se da la circunstancia de que la sala que revisó el caso está integrada por tres magistrados, dos de los cuales fueron designados a propuesta del PP en el Parlamento balear.
Los abogados del ex presidente del PP manifestaron, a petición del propio Matas, que se considera un "apestado social" por las repercusiones mediáticas de sus juicios.