Reto a aclarar la irregularidad
El primer aviso sobre la situación la planteó en rueda de prensa este lunes la portavoz socialista autonómica, Isabel Gil Rosiña, quien destapó el hecho: "¿Por qué en la pasada legislatura -ha preguntado-, cuando tenía la responsabilidad de ser el portavoz parlamentario del grupo 'popular' en la Asamblea, (Hernández Carrón) venía en coche oficial a diario a la Asamblea al tiempo que cobraba dietas de desplazamiento?".
La portavoz socialista al tiempo exigía que Hernández Carrón diera explicaciones esta misma mañana. Y el Consejero lo ha hecho. Ha reconocido que 'por error' cobró esas dietas por kilometraje cuando no le correspondían. En esa época, desde Badajoz, donde reside, y hasta Mérida, donde está la Asamblea, se desplazaba en realidad en el coche oficial del secretario de la mesa de la Cámara, Tomás Martín Tamayo.
Hernández Carrón, el Consejero de Sanidad que se 'manchó' por 1.900 euros. Foto Gobierno Extremadura
Mancharse las manos por apenas 30 euros
Pero el consejero, que en los medios políticos y periodísticos extremeños es conocido por ser un 'killer', siempre dispuesto a los enfrentamientos verbales, también ha dicho que lo que cobró indebidamente, ya lo ha devuelto. Eso sí, no ha dicho cuándo hizo esa devolución.
Quizás lo más sorprendente es que 'el consejero killer' se ha encontrado metido en este lío tan sólo por menos de 30 euros cada vez..., unos 1.900 euros (según confesión propia) en total, que es lo que le correspondía cobrar en dietas por ese kilometraje. Lo correspondiente a los apenas 70 kilómetros que separan Badajoz y Mérida.
Una consejería 'maldita'
Por cierto, Hernández Carrón es ya el tercer consejero de Salud y Política Social de Monago. La primera, Jerónima Sayagués, lo dejó al poco tiempo por razones personales. Su sustituto, Francisco Javier Fernández Perianes, como les contamos en ELPLURAL.COM, tuvo que dejarlo... por razones de corruptelas: mantenía en Portugal una consulta privada mientras ejercía de consejero a este lado de la frontera. Y ahora, Luis Alfonso Hernández Carrón reconoce que, aunque la cantidad es casi ridícula, cobró lo que no debía: dietas por kilometraje, mientras usaba un coche oficial de la propia Junta.
