El juez Elpidio Silva se siente indefenso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid al que ha acudido con su abogado Candido Conde Pumpido que, sin embargo, se niega a representarle. La sesión de esta mañana ha comenzado con un alegato de Conde-Pumpido para tratar de forzar al tribunal a aceptar la renuncia que presentó a última hora del lunes y con ello lograr posponer el juicio para después de las elecciones europeas, a la que su cliente concurrirá al frente de Movimiento Red. El defensor asegura que se han producido "desaveniencias graves" que no le permiten ejercitar la "defensa real" y que permanecer vulnera este derecho constitucional y su "dignidad" profesional.

"Un fraude de ley de libro"
Sin embargo, el presidente de la sala, Arturo Beltrán, ha frenado nuevamente esta intención por interpretar que está buscando anular el juicio. "Es un fraude de ley de libro", ha zanjado. Además, ha recalcado que no hubo ninguna intención de amenazar al letrado cuando ayer le apercibió de que su conducta podría ser constitutiva de dos faltas disciplinarias y de un delito penal.

Ni enfados ni ofensas
También ha ironizado con la acusación que le ha lanzado Silva sobre que el tribunal ya tiene preparada la sentencia: "Es una cosa que no se puede pensar siquiera pero no hacemos caso, no nos enfadamos, no nos ofendemos; nos va en la paga, también nos pagan para aguantar esas impertinencias. Pero tenemos el deber de la tutela judicial efectiva".

Gritos contra Blesa
Las palabras del presidente de la sala provocaron protestas del público y alguien gritó contra Miguel Blesa. El incidente se saldó con la expulsión de varios de los presentes y la advertencia al resto de que si se quedaban, era para no interrumpir. “El que se quede e interrumpa no solo será expulsado, será también multado, más numeritos de plató, no”, ha dicho.

Más tarde, durante la declaración de Blesa, sí expulsó a una de las asistentes por gritar contra él cuando relataba el sufrimiento que estaba pasando. La señora fue multada con 100 euros por increparle. Fue otro de los momentos surrealistas con que nos ha obsequiado este juicio, con la intervención de Silva diciendo que la señora expulsada no había sido la que gritó sino la que estaba detrás de ella. Acabaron saliendo de la sala todos los preferentistas, entre gritos de "desgraciado" y "me has robado 50.000", dirigidos a Blesa. Tras ello, Silva pidió también retirarse porque "esto es insólito en un tribunal español”.

Tardón seguirá
Por otro lado, Conde-Pumpido pidió la abstención de una de las magistradas que forman parte del tribunal, María Tardón, alegando que fue consejera en la Asamblea de Caja Madrid bajo la presidencia de Miguel Blesa. Tardón, que también fue concejal del PP, ha explicado que abandonó el cargo en abril de 2005, por lo que nunca ha tenido "relación directa ni indirecta" con la causa en la que Silva investigaba un préstamo concedido en 2008 a Marsans de 26,6 millones de euros. Ha añadido, además, que si se abstenía, "podría incurrir en una falta disciplinaria por dilaciones indebidas".

"¿Un tribunal militar?"
Durante el juicio ha habido un momento de máxima tensión entre el presidente de la sala y Silva, cuando éste ha reclamado el uso de la palabra argumentando que no tenía abogado ya que éste se negaba a representarle. "No tiene razón. No le puedo dejar intervenir", ha replicado taxativo Arturo Beltrán. "¿Me podría expresar, por qué no? ¿O esto es un tribunal militar?", se ha quejado Silva, aunque sin éxito.

A lo largo de esta tercera sesión del proceso contra Silva, éste ha recurrido continuamente a su indefensión, algo que le ha negado reiteradamente tanto el fiscal como el presidente del Tribunal. Al final ha pedido que le dé unas horas para comparecer con un nuevo letrado a lo que el juez le ha respondido que le está pidiendo algo que no puede hacer y provocando él mismo su propia indefensión. Le ha emplazado a venir con un nuevo letrado, si lo desea, que acompañe al que ha tenido desde el inicio.