La fundación del PP, FAES, concebida por Aznar como reserva ideológica de la derecha española y como centro de estudios y análisis, ha elaborado un informe sobre la fiscalidad energética y ambiental en España cuyas conclusiones son una corrección en toda regla a las medidas adoptadas por el Gobierno de Rajoy. En el número174 de Papeles FAES se publica un informe titulado "Fiscalidad energética en España: situación actual y propuestas de reforma", en el que se proponen una serie de cambios sobre las sucesivas reformas del ministro de Industria, José Manuel Soria, que han sumido al sector energético español en un lío de inseguridad jurídica y al Gobierno en un aluvión de demandas en tribunales nacionales e internacionales por parte de empresas patrias y fondos de inversión extranjeros. Lo cierto es que hay unanimidad en todos los sectores: la gestión de Soria en el sector eléctrico y energético es un disparate. Por cierto, el papel de FAES evita la descalificación del Gobierno y, todo hay que decirlo, hace un análisis riguroso al tiempo que plantea propuestas realistas.

Sacar del recibo  subvenciones a otros sectores
Descifrar el recibo de la luz es, para la inmensa mayoría de los ciudadanos, un jeroglífico imposible, pero sabemos que a cuenta del recibo de la luz se incluyen impuestos para subvencionar otros sectores, como pagar la moratoria nuclear, las primas a las renovables o al carbón nacional. La Fundación de Aznar considera que "sería oportuno evaluar la conveniencia de que determinadas cargas parafiscales de la tarifa eléctrica fueran directamente a los Presupuestos Generales del Estado, como es el caso del carbón nacional, y quizás también la compensación de los sistemas eléctricos insulares y extra-peninsulares".
En este sentido, explica el informe, el sector energético español asume un incremento constante en los últimos años de figuras fiscales y parafiscales "por las necesidades de aumentar la recaudación" del Estado y de las Comunidades Autónomas. FAES es rotunda: "Algunos impuestos o tasas vigentes no tienen carácter finalista, sino recaudatorio, determinado por la necesidad de aportar ingresos para resolver el problema del déficit". Entre las cargas parafiscales cita el apoyo a las energías renovables y cogeneración, el pago del déficit de tarifa o la producción de carbón nacional.

Subir impuestos medioambientales
Una de las sorpresas del documento es que propone una subida de los impuestos medioambientales. Sí, FAES propone una subida de impuestos. En definitiva lo que propone la fundación de Aznar es que se saquen del recibo impuestos para pagar gastos que deben ir vía Presupuestos Generales del Estado, y subir los impuestos medioambientales porque "existe margen para elevar la presión fiscal medioambiental en España, una de las más bajas de la OCDE". En definitiva lo que propone, bajo la expresión de "una reforma para mejorar la eficiencia y la efectividad del sistema", es liberar a las eléctricas de impuestos que consideran que no les corresponden y que paguen más por impuestos medioambientales. Soria les ha puesto un impuesto medioambiental y les ha subido todos los demás, exactamente ha creado siete figuras impositivas nuevas a todo el sector energético y ha diezmado al sector de las renovables.

Pero bajarlos en general al sector energético
Sin concretar porcentajes, el análisis de FAES incide en que "el esfuerzo fiscal nacional es elevado y una imposición adicional, sobre todo si afecta a la producción o a la renta disponible, puede tener un efecto negativo sobre la recuperación económica". Con ese recordatorio lanza una propuesta: que "la carga fiscal se reduzca en general, y en concreto en lo que se refiere a la energía, por su impacto en la competitividad", porque con unos costes energéticos más caros las empresas españolas son menos competitivas. Así pues lo que propone FAES es bajar los impuestos a las empresas eléctricas y energéticas, porque aunque sugiere que paguen más impuestos medioambientales saldrían ganando al quitarle el resto de cargas fiscales.

Norma única
También propone FAES acabar con el barullo de normativa estatal, autonómica y local que afectan al sector energético. Considera necesario "evitar una doble o múltiple imposición por las diferentes normas existentes, lo que debe hacerse mediante una reordenación de competencias y una Ley de bases". También propone incorporar la propuesta de la Directiva Europea sobre energía, que incluye incentivar el consumo de las energías menos contaminantes, una economía baja en emisiones contaminantes y penalizar aquellas fuentes energéticas altamente emisoras de CO2 (petróleo y carbón). El problema es que eso significa apoyar a las renovables y el Gobierno del PP ha dado un golpe mortal al este sector, porque considera -en palabras del propio Rajoy- que "son muy caras".