Mario Draghi durante su comparecencia a puerta cerrada en el Congreso español / EFE



El Banco Central Europeo (BCE) admite en su último boletín un error de bulto a la hora de calcular el impacto de los recortes en los países europeos y por tanto cuantificar la medida más conveniente de los mismo. La clave está en que que no se tuvo en cuenta el alcance que tendría en cada país el hecho de que los de su entorno también estuvieran reduciendo el gasto: "Cuando todos los países consolidan simultáneamente sus cuentas, el lastre para el crecimiento doméstico es mayor que si lo hace un país solo".

Un error básico
Aunque el error afectó a los cálculos de varios países la cifras afectan más al caso español donse se habría producido un lastre adicional en el PIB de, al menos, 1.400 millones de euros, según Vozpopuli. La tabla del BCE refleja que los recortes en España que frenarían un 0,54% nuestra economía si se produjeran en vacío se convierten, en realidad, en una caída del PIB del 0,68% porque se ven amplificados por los ajustes en otros países.

Equivalente a los recortes en dependencia o al copago farmacéutico
La caída del PIB acumulada en España desde que empezó la crisis es de casi 6,6%, pero sin los recortes adicionales que se han exigido al país, la caída de la economía habría sido más cercana al 6,4%, una diferencia de entre 1.400 y 2.000 millones de euros, insiste el diario online, una cifra que "es el equivalente al recorte que se ha practicado en los últimos dos años a las ayudas a la dependencia" o similar al copago farmacéutico "que ha supuesto una derrama para los usuarios de 1.589 millones de euros hasta finales de 2013".

El "error" de los drásticos recortes
En cuanto al fiasco de las políticas de recortes, EFE difundió ayer una entrevista al periodista económico británico Tim Harford, autor del superventas El economista camuflado, en la que le preguntan sobre las políticas de austeridad por las que ha apostado la UE. Harford se muestra contundente: "Han sido un error porque han dañado la economía sin ganar credibilidad. Desgraciadamente, al Gobierno de España no le han dejado mucha elección debido a las elevadas tasas de interés de su deuda. Bajo mi punto de vista, el Banco Central Europeo (BCE) debería haber sido mucho más agresivo a la hora de imprimir dinero para apoyar a los mercados de deuda soberana de todo el sur de Europa. De esta forma, el Gobierno español podría haber reducido su gasto y haber encontrado otras formas de aumentar sus ingresos fiscales de una forma más gradual".