Nadie en la redacción de El País lo entiende. Al menos no entre los periodistas con quienes ha podido hablar este periódico. Y para ser sinceros, tampoco en el entorno de Aznar tienen clara la razón última por la que el expresidente aceptó, 14 años después, sentarse para hablar para el periódico de PRISA. Y para añadir confusión al asunto, unos y otros niegan que la relación entre 'las partes' sea ahora mejor.

¿Por qué ahora El País escribe sobre Aznar, y Aznar acepta hablar para El País?
Como les contamos este domingo, el Semanal de El País hacía un reportaje, y le daba la portada, con José María Aznar en el que se incluían declaraciones del propio expresidente. La 'disculpa' era que se cumplían 10 años desde que presidió su último Consejo de Ministros.

Lo cierto es que al acabar de leerlo resultaba difícil proclamar que se tratara exactamente de un 'publireportaje'. Pero no es menos verdad que está muy lejos del tono de las informaciones que el diario ha publicado Aznar y su familia, y que han llevado a que en estos momentos mantengan interpuestas al menos dos demandas contra periodistas de El País y contra el propio medio por implicarles en la trama Gürtel.

Es más, como les hemos contado varias veces en ELPLURAL.COM, Aznar y su entorno están convencidos de que, en el innegable acercamiento PP-PRISA, Moncloa utilizaba El País para atacarle con el asunto Gürtel y los sobresueldos sacados a la luz en los 'papeles Bárcenas'. Pensaban que Rajoy y Sáez de Santamaría utilizaban el antiguo diario de centro izquierda (igual que hacían con los más afines) para propagar la idea de que había "un viejo PP corrupto", el de Aznar, frente a "un nuevo PP limpio", el de Rajoy, a cambio de ayudas financieras.

¿Negociación para retirar las demandas?"
¿Le parece que el reportaje es favorable a Aznar?", nos preguntaba con incredulidad un exministro del PP que mantiene excelente relación con su antiguo 'jefe'. Él lo veía neutro. Pero también aceptaba que no acababa de entender por qué el expresidente había aceptado, tanto tiempo después hablar con El País.

Y nos aseguraba que no veía relación entre esta información y un posible acercamiento entre las partes que supusiera por un lado el fin de los reportajes que relacionan a los Aznar con la trama de Francisco Correa, y por otro la retirada de las demandas. Es más, concluía asegurándonos que "las relaciones entre PRISA y los Aznar siguen rotas... se lo garantizo".

En fuentes de la redacción de El País también nos aseguran que las demandas siguen su proceso. Es más, que una de ellas ya está prácticamente vista para sentencia. Pero también, más allá de la perplejidad, nos muestran, como decimos, no sólo incomprensión, sino rechazo por el reportaje, que mayoritariamente sí han sentido que carece del necesario espíritu crítico de un trabajo de este tipo, en el que se realiza un reportaje en base a las declaraciones de un personaje y quienes le rodean. "Por ejemplo -nos decían-, resulta incomprensible que no se le preguntara a Aznar por las demandas, ni por las razones que le han llevado a ponerlas, y que tienen que ver con la financiación de gastos personales con dinero Gürtel".

"Por eso mucha gente ha dejado de leer ese periódico"
Por todo esto, quizás, quien puede dar una imagen más ajustada de cómo se ha percibido el reportaje sea el propio 'público lector'. Y en ese sentido, facilitó 'el sondeo' quien está a punto de convertirse (el próximo 5 de mayo) en el nuevo director adjunto del propio El País, David Alandete.

En su cuenta de Twitter, Alandete escribió este mismo domingo este tuit alabando el reportaje (o eso parece):

Las reacciones al tuit, y a su autor, no se pueden calificar de muy 'favorables'. En principio resulta imposible, de hecho, encontrar un solo tuit que viera la información con 'simpatía'. Más bien al contrario, los comentarios que llegaron en las horas siguientes resultaban en algunas ocasiones muy crudos: