Es especialmente complejo escribir apelando a la legalidad cuando de dramas familiares, sufrimientos para personas en riesgo de exclusión y familias desahuciadas se trata. Mucho más debe serlo cuando junto a la legalidad hay que esgrimir el principio de autoridad y además rubricarlo en un decreto. Bien duro debe ser y mucho más retirarlo 24 horas después en aras de intentar seguir en la labor de hacer políticas diferentes a las de Madrid en línea con la igualdad y la solidaridad.

Titulares negativos
Duro es asistir a un episodio de 48 horas donde la imagen de la referencia estatal de un gobierno de izquierdas y de “otra política es posible” como es Andalucía, abría telediarios, programas de radio y portadas de periódicos con frases como “el pacto de izquierdas se rompe”, “PSOE e IU enfrentados” o “Andalucía abocada a unas elecciones anticipadas”.

Una crisis amarga para la izquierda y dulce para la derecha
48 horas de una crisis de gobierno en Andalucía especialmente amarga para los que creemos que de verdad solo desde la izquierda otra sociedad más humana es posible. Dos días de alborozo para el Partido Popular a quien solo oír las palabras “desalojo” u “okupa” le produce ictericia, no por el drama en sí sino por lo que encarna de una situación que surge de las entrañas de un sistema que la derecha alimenta, defiende y alardea de ser el único viable, posible y legal dentro de "su orden".



Claves de la crisis
Pero en las 48 horas de la crisis del Gobierno andaluz ha habido varias claves que, ahora en frío, deberían ser analizadas para que como el marxismo proclama analizando la realidad y sus contradicciones transformarla para que no se vuelva a repetir. Ver cómo y porqué en dos días se pasó de “Corrala Utopía” a “Corralito pragmático” es un ejercicio interesante y digno de análisis.

¿Iba Susana Díaz a presentar inminentemente una solución al problema?
Sería bueno que se aclarase, si como se ha difundido, la presidenta Susana Díaz había alcanzado una solución implicando en ella a Ibercaja, propietaria de las viviendas de la Corrala, y al propio ayuntamiento sevillano. Sería positivo conocer si es cierto que esa solución pactada iba a hacerse pública de manera inminente cerrando, al menos provisionalmente, un problema tan social como mediático. Si así fuera cabría preguntarse quien mandó desalojar la “Corrala Utopía” precipitando unos acontecimientos que a punto han estado de hacer naufragar un modelo de gobierno de progreso que está siendo analizado con interés en otras comunidades y municipios españoles.

Presiones de sectores de IU
Es necesario conocer cuánto de presión tuvo la coalición Izquierda Unida para, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, repartiera las llaves de la esperanza, las llaves de las viviendas sin sentarse con su socio de Gobierno antes a verificar uno por uno, caso por caso, las necesidades reales de cada alojado. En ese sentido caben destacar las palabras de Julio Anguita exigiendo, alborozadamente, la ruptura del pacto de Gobierno y felicitándose del problema creado o el ultimátum del sindicato liderado por Sánchez Gordillo e integrante de IU, en el sentido de que si no hay llaves para todos se sentirán defraudados y pedirán responsabilidades a IU.

Sembrar falsas expectativas para recoger cosechas de frustraciones
Gobernar es asumir también responsabilidades y también guardar las formas. No está bien, por mucho que se vista la escena de elementos populistas, que dirigentes de IU se vayan a Plaza Nueva de Sevilla a celebrar la entrega de llaves y a ponerse en el centro del foco de una supuesta victoria definitiva a sabiendas de que en una mesa de negociación bipartita había todo un ramillete de flecos sin cerrar, expedientes por analizar y un decreto de retirada de competencias. No está bien sembrar falsas expectativas porque luego se recogen cosechas de frustraciones.

El desembarco de Cayo Lara
Que Cayo Lara viniera a Sevilla a apoyar a sus correligionarios es un ejercicio de solidaridad entre camaradas lógico de entender mucho más con un líder regional de IU no muy conocido aún y entrenando para las labores de su cargo. Ocurre que a algunos nos ha recordado esa escena en Extremadura donde no pudo imponer los criterios de hacer izquierda y estar en la izquierda frente a la realidad actual de una coalición como la suya, IU extremeña, aplaudiendo y sosteniendo al okupa de la Conventual Santiaguista de Mérida, José Antonio Monago, el nuevo líder del populismo más demagogo surgido en España.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.



El PSOE debe revisar los mecanismos de coordinación del pacto
Desde el Partido Socialista sería recomendable analizar si funcionan bien los mecanismos de coordinación y seguimiento del pacto. Digan lo que digan, lo disimulen como lo disimulen, este episodio ha sido vergonzoso para la izquierda y ha actuado como una sobredosis de Red Bull que le “da alas” a una derecha andaluza que andaba en declive, sin esperanza y que abordaba su enésima Semana de Pasión con un líder buscando fotos en los pasillos de Europa, en el patio del Parlamento y en las procesiones semanasanteras.

Puñetazo en la mesa de Díaz
Caben, como no, todos los análisis. Hay quien opina que la decisión de retirar las competencias de Vivienda a la Consejería de Fomento ha sido un puñetazo en la mesa de la presidenta andaluza, Susana Díaz, para indicar a las claras que la legalidad e igualdad no se saltan a la torera ni se cambian por unas fotos en Plaza Nueva ni en un mitin posterior al grito de “Sí podemos” y “Viva la Revolución”.

Gesto de autoridad institucional aunque con dos decretos contradictorios
Dicen esos mismos que la figura de Susana Díaz sale reforzada por que ha indicado el camino a IU y las reglas de juego futuro en un ejercicio de autoridad democrática. Otros en cambio censuran que a las 24 horas ese decreto fuera retirado por otro en el sentido contrario y eso la debilita. Para algunos puede ser criticable y tendrá sus enemigos por haber tomado dos decisiones contradictorias en sí mismas en tan solo dos días.

Sectores en IU a favor y en contra
En la orilla de enfrente también se sitúan los partidarios de ese cambio. Estos entienden que primero puso las cartas sobre la mesa y luego en un ejercicio de generosidad, inteligencia y de búsqueda de estabilidad, recompuso la situación tras aclarar determinados expedientes pero habiendo dejado ya su impromta de presidenta ejerciente y no títere. Puede que todos lleven razón. Para el electorado de IU más a la izquierda esta situación le ha agradado. Para otro segmento social que habita tanto en sectores moderados de IU como en el PSOE -o incluso en el centrismo sociológico- que la patada en la puerta adelante en la lista de espera a aquellas familias que están apunto de ser ubicados en una vivienda social tras meses u años de espera, con necesidades perentorias reales y tras haber realizado el prolijo y cansino proceso burocrático, es algo que no debe consentirse. En ese sentido el decreto de marras inicial puso legalidad donde solo había soflama y verbalismo pseudorrevolucionario.

¿Esta herido el Gobierno andaluz o solo tocado?
No sé, si como mantienen algunos, el Gobierno andaluz está tocado y herido. Todo va a depender de los interlocutores de uno u otro bando que tras la tempestad, intenten que ahora impere la calma. Sé que de haberse roto el pacto ir a unas elecciones europeas de mayo hubiera sido algo trágico para la izquierda andaluza brindándole un alfombra roja y un puente de plata a la derecha desnortada. El mejor regalo que PSOE e IU podrían haberle hecho a Arias Cañete hubiera sido ese.

Elecciones anticipadas a la vista
Sí estoy muy seguro de que si el cemento que unía a socialistas y a Izquierda Unida no ha fraguado bien tras esta crisis o se ha resquebrajado, ahora viene el verano y el calor y la dilatación hará que se amplíen las grietas y el edifico finalmente se desmorone. Ante esa posibilidad, ante ese escenario, señora presidenta, convoque elecciones. El pueblo dirá quién hizo bien, quién se equivocó y quién deberá continuar gobernando o pasar a la oposición. Y es que desde la oposición, aunque haga mucho frío, sí se puede… si se puede entregar llaves sin legalidad, hacer soflamas prerevolucionarias y apelar a los sentimientos olvidando que gobernar es también asumir decisiones y responsabilidades que a veces no gustan.

Puede que también este episodio y unas elecciones en otoño lleven a algunos la luz del realismo y de la responsabilidad suficiente para reeditar un pacto de gobierno de progreso más estable, más cohesionado y más fructífero para los andaluces. Que así sea.

* Juan Luis Valenzuela es Coordinador de ELPLURAL.COM en Andalucía