"La redacción tiene miedo". La frase, así de redonda y de preocupante, se la contaba a ELPLURAL.COM un veterano redactor de El País. "¿Miedo a qué...? El miedo obvio después de un ERE. Miedo a ser despedidos.., y a que el diario se hunda". Casi las mismas palabras que otro periodista veterano, en este caso de la redacción de El Mundo, utilizaba para hablar del diario de Unidad Editorial: "el ambiente es de una clara preocupación por el futuro".

En los dos grandes diarios, los que han marcado el ritmo informativo de España, uno desde el centro izquierda, el otro desde el centro derecha, se vive en un estado de inseguridad laboral e ideológica que refleja, de paso, muy bien la situación del periodismo en España.

Redacción central de EL PAIS. Foto El Pais



La desconfiaza en la redacción de El País hacia la nueva dirección
En El País se está concluyendo el proceso de renovación de la dirección. Antonio Caño, el hombre que no podrá evitar que se le recuerde por su error inicial de haber enviado a otros compañeros un 'esclarecedor' email escrito para Juan Luis Cebrián, se ha rodeado de lo que en la redacción se ve como una pequeña guardia pretoriana de subdirectores que este martes tuvo que pasar el 'examen' de someterse al voto de los demás periodistas.

Un voto que no es vinculante, pero que sí es indicativo de cómo se les acoge. Y que dio una imagen muy esclarecedora. En ELPLURAL.COM la semana pasada les informábamos de los entresijos de sus nombramientos. En especial había causado estupor la elección para 'llevar' la edición en papel del diario de una periodista, Eva Sáiz, que sólo dos años antes acababa el curso de Master que ofrece el periódico. Es decir, alguien sin casi otra experiencia profesional, que haber trabajado como redactora interina con el propio Caño en Washington.

34 votos a favor, 154 en contra
Un estupor que se reflejó en el rechazo masivo a su nombramiento. De los 214 periodistas que votaron, sólo 34 le dieron su apoyo, mientras que 154 se opusieron y 26 votaron en blanco. "Un palo tremendo para ella", nos decían en El País y una muestra de rechazo para un cargo clave que, sin duda, dificultará su labor. Aún más si se compara con el aceptable resultado que han obtenido los demás nuevos subdirectores, cuyos nombramientos han sido mayoritariamente aprobados.

"La gente tiene ganas de iniciar una nueva etapa, y por eso nadie quiere boicotear a los nuevos", nos dicen, "pero lo del nombramiento de Sáiz resulta inaceptable". Todo esto en medio de una sensación de inestabilidad laboral, el temor a que se produzcan nuevas rebajas salariales y la posibilidad de un nuevo proceso de despidos.

Nuevo convenio para Unidad Editorial..., nuevos recortes
En El Mundo no hay temor.., hay certeza de que se viene sobre ellos un periodo laboralmente difícil. En 2008 en Unidad Editorial, la empresa propietaria de El Mundo, y también de Marca, Expansión y un grupo de otras publicaciones, trabajaban unas 2.200 personas. En la actualidad, tras varios ERE, no llega a los 1.400 trabajadores. Esto además de recortes continuados de los salarios, mientras aumentaba la carga de trabajo, al tener los redactores que hacer frente no sólo a las ediciones en papel, sino también en las diferentes versiones digitales.

La editorial, que tenía diferentes convenios para cada publicación, negocia en estos momentos con el comité sindical un nuevo convenio común para todo el grupo. En un primer paso empresa y trabajadores están intentando llegar a un acuerdo en los aspectos salariales. La primera propuesta que ofreció la empresa fue una rebaja salarial media del 10%, así como cambiar el modelo de retribución. Si hasta ahora se producían alzas salariales de acuerdo a la subida del IPC, la empresa pretende que esa subida se haga depender de los resultados económicos.

Las empresas periodísticas parecen seguir un mismo 'model' de gestión cara al futuro
El comité sindical rechazó la propuesta, igual que ha rechazado las proposiciones para la segunda fase de la negociación, que incluyen recortes en los pagos por dietas, kilometraje, modificación de las categorías profesionales, de la política de traslados... Unidad Editorial, asesorada por los que parecen 'expertos' de moda en el campo, el gabinete Sagardoy, que también ha estado con PRISA negociando el reciente convenio de la SER ofreciendo el mismo perfil de oferta, pretende drásticos recortes en todos los campos (por ejemplo, pasar las dietas nacionales de 85 euros diarios a 50; imponer libertad de traslado geográfico entre los diferentes centros de la empresa, o la desaparición del concepto de antigüedad para los nuevos contratos y su congelación para los ya existentes), y ni siquiera asegura que así se eviten procesos de ERE en el futuro inmediato.

Una inestabilidad laboral, y una certeza de que sus condiciones económicas serán peores, que se suman a la conciencia, al menos en una parte de la redacción, de que el cambio de dirección, tras la salida de Pedro J. Ramírez, ha significado una pérdida de la 'pujanza' y la 'agresividad' del diario que le daba un perfil de apariencia de independencia que ahora se ha difuminado.

Pérdida de peso en los quioscos y en la vida política
"Pedro J. está cumpliendo con su compromiso y no baja a la redacción, no está medrando", nos dicen, "y la gente no está descontenta con el nuevo equipo del que se ha rodeado Casemiro García Abadillo, que ha echado mano de veteranos respetados en la redacción en su mayor parte", pero es verdad que también entre muchos redactores hay una sensación de 'pérdida de peso' en los quioscos y en la vida política...

Los dos grandes diarios están viviendo, por tanto, un proceso de cambio, que incluye cambios de linea editorial y mayor inestabilidad para sus redacciones. Y lo malo es que nada indica que tras el paso del tsunami, el paisaje vaya a resultar mejor que el que había.